Varias cintas rojas con mensajes sobre el VIH durante la Vigésimo Primera Conferencia Internacional sobre el Sida celebrada en el Centro de Conferencias Internacional de Durban. Foto: EFE.
La lucha contra el sida en la última década ha dejado resultados contradictorios: mientras el número de muertes se ha reducido en un tercio, la incidencia del virus se mantiene constante a un ritmo de 2,6 millones de nuevas infecciones al año, según la Conferencia Internacional sobre el Sida.
Así lo revela un estudio de la red Global Burden Disease (GBD), presentado hoy en la cumbre que se celebra en Durban (Sudáfrica), que señala que los nuevos casos han bajado un 0,7 % anual entre 2005 y 2015, muy por debajo del 2,7 % registrado en la década anterior.
“Este estudio muestra que el VIH sigue siendo una de las principales amenazas para la salud pública de nuestro tiempo. Más de dos millones de nuevas infecciones anuales representan un fracaso colectivo”, explicó el director de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, Peter Piot.
A pesar del esfuerzo global para luchar contra la enfermedad, las cifras se mantienen prácticamente iguales por el incremento de nuevas infecciones en 74 países, entre los cuales destacan Rusia, Egipto, Pakistán, México o Kenia.
“Si esta tendencia excesivamente alta de nuevas infecciones continúa, pondrá en riesgo la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas para acabar con el sida en menos de 15 años”, declaró el director del Instituto de Evaluación y Métrica de Salud (IHME, por sus siglas en inglés), Christopher Murray.
“Todo el mundo -incluidos investigadores, políticos, médicos- debe entender que, a pesar de que ahora hay más gente que puede vivir con el VIH, no podremos acabar con el sida sin detener las nuevas infecciones“, advirtió Murray.
Los resultados del estudio remarcan la necesidad de redoblar los esfuerzos en la prevención de nuevas infecciones, pues los fondos disponibles para la lucha contra el sida se han estancado desde 2010.
Según otro informe de la red GBD publicado en abril, la financiación de proyectos relacionados con el sida tocó techo en 2013 con un presupuesto de USD 11 200 millones, mientras que en 2015 se redujo ligeramente hasta los USD 10 800 millones.
En el lado positivo está la fuerte reducción del número de muertes, gracias sobre todo a un mayor acceso a medicamentos antirretrovirales en los países en vías de desarrollo.
En 2005, 1,8 millones de personas murieron por el sida, mientras que en 2015 el número de fallecidos se redujo a 1,2 millones, un 33,3 % menos, si bien es una tendencia que no se registra en todos los países por igual, señala el informe.
En cuanto a su incidencia por géneros, los expertos señalan que las mujeres suelen morir más jóvenes que los hombres debido a que, por lo general, se infectan antes, ya que también se inician con anterioridad en las relaciones sexuales.
Según la ONU, el 65% de los nuevos infectados en todo el mundo son menores de sexo femenino y solo en África subsahariana, donde se concentra el 70% de la población mundial seropositiva, tres de cada cuatro adolescentes infectados son chicas.
La disminución de las muertes, unida al mantenimiento de las nuevas infecciones, ha provocado que el número de personas que conviven con el sida haya alcanzado en 2015 la cifra récord de 39 millones de personas, en comparación con los 28 millones del año 2000.
Del mismo modo, el 41% de las personas que viven con el virus está siguiendo un tratamiento antirretroviral (TAR) cuando, a principios de siglo, este porcentaje era solo del 2%. “Conseguimos mantener viva a la gente por más tiempo y estas cifras deberían dar esperanza a las personas que siguen estos tratamientos“, aseguró Haidong Wang, profesor del IHME.
Sin embargo, la tendencia actual todavía está muy lejos del objetivo 90-90-90 establecido por la comunidad internacional para 2020, año en el que el 90 % de las personas infectadas debería conocer su estado, tener acceso al TAR y lograr la supresión viral, es decir, tener una carga viral indetectable.