En el 2015 nació la línea gratuita 1800 cáncer con el fin de dar apoyo a los pacientes diagnosticados con la enfermedad y sus familias.
La principal función de los operadores era escuchar los problemas de las personas, buscar soluciones y redireccionarlos a una red de apoyo, ya sea en psicología, trabajo social, instituciones, programas de capacitación entre otros.
Mensualmente recibían un promedio de 190 llamadas provenientes de todo el país y en casos especiales hasta 350. Así lo señala Gustavo Dávila, director de la Fundación Jóvenes contra el Cáncer.
Cierre de la línea
El 4 de mayo del 2022, y tras siete años de prestar ayuda a pacientes oncológicos, esta línea dejó de funcionar. Dávila mencionó que la decisión se tomó por la falta de la firma de un convenio con el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES).
Dávila detalló que en el 2021 no se desembolsaron USD 51 000 y este 2022, la falta de un convenio ha provocado que la fundación prescinda del trabajo de dos psicólogos, una trabajadora social y un técnico, todos ellos especializados en pacientes oncológicos.
Para Dávila, con el cierre de la línea los más afectados son los usuarios. “Las personas con cáncer tenían una llamada de esperanza para que alguien les ayude a disminuir el impacto de esta noticia, era un soporte emocional”, dice Dávila.
Agrega que la línea además permitía levantar cifras estadísticas de la problemática del cáncer en el país.
La falta de recursos también ha obligado a dejar de prestar ayuda en las ciudades de Guayaquil, Macas, Babahoyo y Portoviejo.
María Morán es paciente oncológica y hace más de cinco años colabora con la fundación.
Ella considera que la línea era una ayuda para los pacientes y sus familiares muchos de los cuales no saben qué hacer ni a quién acudir cuando reciben la noticia.
“Muchos se desesperan y alguien les dijo que llamen al 1800 cáncer. Ahí te daban una luz porque piensan que se van a morir”, sostiene Morán.
Convenios anuales
Dávila explica que desde hace 11 años comenzaron a trabajar con el MIES por medio de convenios anuales que permitían brindar el apoyo psicoemocional a pacientes con cáncer y kits de alimentos.
El dinero también servía para cubrir el pago del equipo de profesionales especialistas en psicología, trabajo social y técnicos.
En los últimos tres años, el directivo menciona que se lo hizo vía excepcionalidad debido a que en la fundación hay usuarios desde los dos hasta los 29 años, pero el MIES inicialmente solo aceptaba a menores de 18 años.
El directivo recordó que con la ministra anterior, Mae Montaño, estuvieron cerca de suscribir un convenio con una nueva modalidad de atención, sin embargo, no se concretó por el cambio de funcionario.
Según el directivo, el no rembolso de recursos del 2021, que suman USD 51 000, ha causado un grave problema por lo que se tomó la decisión de suspender algunos servicios.
Además, mantienen una deuda con proveedores de kits de víveres y técnicos, lo que podría llevar a una acción legal por parte de ellos.
El principal de la Fundación Jóvenes contra el Cáncer asegura que les ofrecieron un pago en diciembre pero no se realizó y actualmente están en un proceso de mediación.
La repuesta del MIES
El titular del MIES, Esteban Bernal, dijo el 4 de mayo que mantuvo una reunión con la viceministra del ramo para evaluar el cambio de la norma técnica.
El funcionario aclaró que la institución tiene una competencia específica desde lo social y este es un ámbito de salud, sin embargo, aseguró, el Gobierno adquirió un compromiso con la fundación.
“Cuando los representantes de la fundación fueron a Carondelet hubo la voluntad política de cambiar la norma, pero una vez que lo esté se puede ajustar al proceso”, indicó.
Una vez que se realicen esos cambios, a partir de julio ya se retomarán los pagos, según Bernal.
Respecto a los haberes pendientes del 2021, Bernal señaló se encuentran en una mediación y cuando se viabilice inmediatamente se procederá al pago.
El funcionario explicó que “las malas prácticas de la administración pública del pasado” llevaron a firmar una carta de intención porque “legalmente no pueden suscribir un convenio porque no era competencia del MIES”.
Según Bernal, no se procedió al pago porque la sola carta de intención no obliga al MIES y por lo tanto entró en un proceso de mediación.
Con este recurso la autoridad competente debe certificar que se prestó el servicio y la deuda fue adquirida, “aunque no de manera legal porque se firmó una carta de intención y no un convenio”, agregó el Ministro.