Cuando no se puede salir de casa es conveniente tener ideas de juegos y actividades para los más pequeños del hogar. De esta forma la diversión está asegurada, pues los niños están más dispuestos a jugar durante el día.
El juego es un potente catalizador de emociones, ayuda a gestionar el estrés, a superar el miedo y a convertir situaciones desfavorables en oportunidades de aprendizaje y desarrollo personal, explica la psicóloga Rita Lemos.
Para este feriado se recomienda que los niños dejen al margen, al menos por un tiempo, los juegos a los que acceden a través de una pantalla.
Aunque los juegos tengan la etiqueta de educativos, la psicóloga considera que ha sido más que suficiente para los niños tener que teleeducarse, a través de un monitor, entretenerse en una computadora o televisor y ver a sus padres trabajar de la misma forma.
Con esta premisa, el desafío para los adultos es recurrir a la imaginación de los niños para que implementen escenarios lúdicos en casa. El juego los aleja de lo superfluo y les enseña a valorar los instantes más sencillos de la vida, así como sirve para utilizar adecuadamente instintos primarios, como la búsqueda de la felicidad y el placer de vivir.
Ximena Suasnavas dice que en su casa ella y su esposo Tomás han dedicado dos horas al día para entretener a sus hijos con juegos de antaño.
En plena pandemia han jugado a las cogidas con sus hijas Salomé, de 7 años, y Cristina, de 5, pero después de tumbar y romper dos adornos en las carreras decidieron que mejor era divertirse jugando a las escondidas.
Lo hacen los fines de semana o días festivos, para no alterar las actividades educativas de las niñas. Además, los padres tienen que teletrabajar y suelen salir a hacer compras y trámites.
Moraima Centeno tiene un desafío para estos días: convencer a su hijo Franklin, de 10 años, que deje la computadora por un momento y se dedique a otra actividad.
Solo el juego del ‘ahorcado’ y completar las letras de una palabra más rápido que su mamá atraen al pequeño.
Cocinar platos sencillos se convierte en una tarea entretenida. Padres e hijos pueden seleccionar los ingredientes, colocarlos y servir la mesa. Comer juntos será el premio para todos.
Si se acerca una fecha especial, será divertido hacer tarjetas para enviarlas a amigos y familiares. Bastarán una cartulina, pinturas, un lápiz y un sobre. El niño pondrá el contenido y su nombre.
Una caja de cartón permite construir una casa, un auto o un avión. En la caja debe caber el niño. Puede hacer puertas, ventanas, pintar tejas, chimenea, etc. Luego jugará dentro de su creación.En la guerra de almohadas, uno
de los padres debe aliarse en secreto con los niños y sorprender al otro. Después de la inofensiva batalla, los contrincantes deben hacer las paces.
Poner en una bolsa que no sea transparente cosas como una esponja, llaves, juguetes… Los niños meten la mano por turnos, tocan un objeto y adivinan qué es.
Otra posibilidad
es inventar un cuento. Alguien empieza la historia y los demás niños, por turnos, añaden ideas y frases hasta completarlo. Un adulto lo escribe y todos juntos lo escucharán al final.
Es divertido para los niños hacer una cadena sonora con una cuerda y objetos pequeños. Estos deben ser irrompibles, livianos y sonar al chocar entre sí. Luego se pueden colgar en las puertas.
Disfrazarse es otro entretenimiento clásico. A los niños les encanta jugar a ponerse en la piel de otros. Se pueden usar prendas de adultos y accesorios como bolsos, gorros y bisutería.
Los juegos de ingenio son bienvenidos por los niños. Por ejemplo: quién dice más nombres de mujer, de juguetes o de utensilios de cocina. Se avanza con preguntas cada vez más complejas.
Saltar entre papeles divierte a los niños. Las hojas se esparcen por el piso. Ellos deben atravesar el cuarto pisando solo las hojas, sin topar el suelo. Se puede separar cada vez más los papeles.
El juego de las sillas siempre entretiene a los niños. Suena la música y se coloca una silla menos que el número de participantes. Todos bailan hasta que la música para y tratan de sentarse.
En cambio, la gallinita ciega es un juego infantil en el que un jugador, con los ojos vendados, debe atrapar a otro participante. El niño puede, además, adivinar a qué jugador atrapó.