Mariano Jabonero, secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), visitó el Ecuador y mantuvo reuniones con autoridades del país, entre ellas, la ministra de Educación, María Brown; la secretaria de Derechos Humanos, Bernarda Ordóñez y con el secretario de Educación Superior, Alejandro Ribadeneira, entre otras.
El secretario general de la OEI habló con EL COMERCIO sobre la situación actual de la educación, en el marco de la pandemia del covid-19 y del retorno progresivo a clases presenciales. También dio detalles sobre el trabajo que se lleva a cabo y que se prevé con los entes de educación y de derechos. Este miércoles 23 de junio del 2021.
¿Qué se debe tomar en cuenta para el retorno a clases presenciales, en medio de la pandemia por covid-19?
El retorno progresivo a clases presenciales es la pauta común en toda América Latina. En este momento, alrededor del 75% de países de la región está retornando de forma progresiva a una actividad presencial, voluntaria y segura.
El futuro es el de una escuela híbrida o combinada. Uno en el cual todos los chicos tengan la opción de la atención presencial y también a distancia, con una sociedad digitalizada por completo. Uno de los objetivos de la OEI es conseguir un gran programa educativo regional, en el cual se logre, en pocos años, que todos los alumnos tengan esa doble oportunidad de educación. La vuelta a la actividad presencial es inevitable, es positiva y es necesaria.
¿Qué referencias de la región se podrían aplicar en Ecuador?
Cada país ha tomado medidas, pero todas se parecen. En primer lugar, los retornos han sido voluntarios, progresivos y seguros. Si no se dan en las mejores condiciones, no se ha producido. En algunos países se ha priorizado que los que primero vuelvan sean los de primera infancia, los niños de cinco a 8 años, quienes más necesitan de la integración en la escuela y porque con su asistencia la familia vuelve a la normalidad.
Algunos países han vuelto con actividad presencial para matemáticas y lenguaje, por ejemplo, y otras actividades las cumplen a distancia. Son fórmulas combinadas que tiene cada país y los ministerios de educación han ido trabajando de forma bastante rigurosa.
¿Cómo debe articularse el sistema educativo con el de salud para ese retorno?
El centro educativo debe estar en las condiciones higiénicas adecuadas. Hay que cuidar la limpieza, la seguridad, el agua potable. También es necesario que haya una vacunación de los docentes y procurar que no haya una masificación de clases presenciales. Que sean grupos pequeños, que roten en turnos.
Es importante destacar que, tanto en Europa como en América Latina, el nivel de contagio que se produce en la escuela es mínimo. Está demostrado estadística y científicamente, la escuela es un lugar muy seguro. La interrupción de clases después de haber vuelto a la actividad presencial por contagios no ha pasado de un índice del 1% en los países que han vuelto. La escuela es un lugar mucho más sano y seguro que millones de viviendas de la región, que son en espacios reducidos con personas hacinadas.
¿En qué trabajará la OEI con la Secretaría de Derechos Humanos de Ecuador?
Lo haremos para potenciar una mayor presencia de la educación en derechos humanos en la escuela, en el sistema educativo. Vivimos una situación en toda América Latina que requiere activar ese tema, no con un mensaje teórico sino práctico. El ejercicio de derechos humanos es el respeto a la ley, al género. Hay un tema importante que es el acoso a los niños y otras situaciones indeseables en las que tenemos que trabajar, transparentando los procesos para que la sociedad denuncie.
¿Y con el Ministerio de Educación?
El trabajo por una parte va a ser en la formación de docentes y directivos, en la mejora de sus competencias. También en la gestión y gobernanza de la educación, que hay que mejorarla. No es cuestión de invertir mucho más sino de invertir mejor.
Estamos inmersos en la revisión de los currículos que haya que replantear, a veces son muy enciclopédicos y no tienen mucho valor de aplicación. Y otro tema importante es toda la transformación digital de la educación, acompañamos ese proceso.
Hace tiempo, además, venimos trabajando es potenciar la práctica de lectura. Con la ministra de Educación llegué al acuerdo de elaborar una hoja de trabajo con los temas prioritarios y avanzar sobre ellos.
También se reunió con el Secretario de Educación Superior
Sí. En toda la región estamos trabajando en la aproximación de los sistemas de certificación y calidad. Quiere decir que haya más posibilidades de estudios entre las universidades de los países.
¿La movilidad es baja entre los países de la región?
Somos una región del mundo que tiene la menor movilidad académica. Eso se mejora con la existencia de sistemas de mutuo reconocimiento entre las universidades. Hay un tema que nos preocupa mucho y es que la productividad de América Latina es baja y no mejora. Creemos que es porque quizá la educación superior de la región no sea la pertinente para mejorar la productividad. Hemos presentado un informe, que voy a entregar al Gobierno de Ecuador, sobre indicativos de la relación entre mejora de la educación superior y productividad.
¿Qué ha pasado en la pandemia con la educación superior a distancia?
Durante la pandemia se ha producido una explosión de la educación superior a distancia. Desde el añ0 2010 al 2018 creció un 89%. Es la oferta de educación superior que más ha crecido en Sudamérica. Uno de los países en los cuales la oferta ha crecido más es Ecuador, junto con Perú y Colombia, y creemos que tenemos que hacer un esfuerzo para asegurar que esa oferta sea de calidad.
En ese sentido, ¿cuál es la incidencia de la investigación?
El 60% de la investigación que se hace en América es en las universidades. La investigación ha demostrado ser lo mejor que hay en una crisis. Por ejemplo, empezó la pandemia el 11 de marzo y teníamos vacunas para elegir ocho meses después, es un éxito impresionante.
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