El gorila Bantú del Zoológico de Chapultepec murió de un infarto en momentos en que estaba sedado durante su traslado a la ciudad mexicana de Guadalajara para buscar pareja. Foto: EFE
La controversia en México por la muerte de Bantú, un gorila de las montañas, especie en peligro de extinción, subía de tono tras la publicación de sangrientas fotografías en las que se observa al primate desmembrado durante la necropsia.
Las imágenes de Bantú, una de las estrellas del popular Zoológico de Chapultepec de la capital mexicana, han desatado indignación en las redes sociales desde que el lunes 11 de julio de 2016 fueron publicadas por el diario El Universal de México y retomadas por varios medios.
En ellas se muestra la cabeza decapitada del gorila a medio desollar sobre una mesa metálica. Las extremidades del animal, también cortadas, yacen sobre el mismo sitio, bajo el cual se observan bolsas plásticas.
“Tenemos registrado quiénes tomaron estas fotografías y quiénes ordenaron que se abrieran las bolsas que estaban ya embaladas” para someterlas a análisis toxicológicos y patológicos, dijo este martes 12 de julio de 2016 el alcalde de Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, en entrevista con Radio Fórmula.
Sin revelar la identidad del fotógrafo, Mancera aseguró que los análisis estarán listos “en un par de semanas” y que “quien sea que hubiera actuado mal tendrá que asumir las consecuencias” .
Bantú murió de una complicación cardíaca la noche del 6 de julio cuando era sedado para ser trasladado al zoológico de Guadalajara, donde iba a convivir con dos hembras en un intento de que se reprodujera.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ha señalado que pudo haber “negligencia” en el uso de sedantes, mientras que la alcaldía, de la que depende el Zoológico de Chapultepec, rechaza la acusación y prefiere esperar los resultados de la polémica necropsia.
La secretaria capitalina de Medio Ambiente, Tanya Müller, lamentó la filtración de las fotografías que, según ella, fueron tomadas por un agente Profepa.
Müller dijo a la prensa que el animal fue desmembrado en partes para que pudiera entrar en el horno crematorio, ya que el cuerpo del primate era “material biológicamente peligroso” .
Ignacio Millán, suprocurador de Profepa, dijo a El Universal que aunque en México no hay protocolos para necropsias animales, jamás se había visto que a un “ejemplar que fallece dentro de un zoológico se le haya dado este tratamiento” .
Millán dijo además que la Profepa investiga qué sustancia se inyectó al animal luego de que tras una primera dosis de anestesia no se consiguió dejarlo inconsciente.
Dos días después después de la muerte del primate, la alcaldía suspendió temporalmente a su director general de Zoológicos y Vida Silvestre, Juan Arturo Rivera Rebolledo.
Los análisis de Bantú serán realizados con la colaboración de expertos de la estatal Universidad Nacional Autónoma de México.
En mayo pasado, guardias del zoológico de Cincinnati (Ohio, EE.UU.) mataron a un gorila que tenía atrapado a un niño de tres años que cayó en su foso, lo que desató una fuerte polémica por tratarse de una especie en peligro de extinción. Actualmente, se calcula que quedan menos de 175 000 gorilas en estado salvaje en el mundo.