Estudiantes, profesores y autoridades de ambas instituciones marcharon hacia la Senescyt. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Las autoridades de la Universidad Andina Simón Bolívar y de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) entregaron la mañana de este viernes 15 de julio un documento en el que hacen observaciones a las posibles reformas a la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES), que impulsa el Gobierno.
Estudiantes, profesores y autoridades de ambas instituciones llegaron a las 12:05 a la entrada de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Senescyt), ubicada en la Whyper y Alpallana, en el norte de Quito. Solo dejaron de hacer ruido con sus pitos, bombos, tapas de ollas y de gritar consignas para escuchar a sus representantes.
Juan Ponce, rector de la Flacso, leyó un documento. Mostraba su preocupación por las reformas. Especialmente la que obliga a la firma de un convenio para que las dos universidades, de carácter internacional, acepten todas las condiciones de los centros de educación superior nacionales que reciben recursos públicos.
Ponce también habló de la deuda que el Gobierno mantiene con las instituciones educativas. Recordó que en caso de la Flacso el monto asciende a USD 8 millones, correspondientes a los siete primeros meses del año.
Al finalizar su intervención se escucharon nuevamente las consignas y aplausos. Luego, los jóvenes y profesores que acudieron a la movilización, se mantuvieron en silencio para escuchar a Álex Remache, director académico de la Andina.
El profesor se refirió a las confrontaciones que vivió la Andina con el Gobierno por la elección del nuevo rector. Remache fue el más incisivo y pidió el archivo del paquete de reformas a la Ley de Educación Superior. Sin embargo, estas modificaciones aún no llegan a la Asamblea Nacional. El titular de la Senescyt, René Ramírez, dijo el jueves 14 de julio que en 15 días pretenden enviar su propuesta a la Comisión de Educación.
Ramírez rechazó las aseveraciones de querer terminar con el carácter internacional de ambas universidades. Aceptó que se pedirá a los dos centros de estudio que se acojan a las normativas nacionales. Recordó que ambas reciben cerca del 70% de su presupuesto por parte del Estado.
Las dos autoridades ingresaron al edificio de la Senescyt y dejaron el documento a la subsecretaria Rina Pazos. Salieron en menos de cinco minutos y participaron de las consignas que pronunciaron los estudiantes. “Hay que ver las cosas que pasan, hay que ver las cosas que hay con la Andina, que camina para adelante y Ramírez que camina para atrás”, se escuchaba mientras una bandera tricolor gigante ondeaba.
La jornada terminó sin inconvenientes. La movilización fue escoltada por agentes de tránsito y por motorizados de la Policía Nacional. Se interrumpió el tráfico momentáneamente la mañana del 15 de julio en la Pradera, Diego de Almagro, República, Shyris y Alpallana, que fue el trayecto que tomó la marcha.