Un grupo de personas privadas de la libertad recibió diplomas en reconocimiento de su desempeño académico, por parte de autoridades del Ministerio de Justicia. Foto: Cortesía Ministerio de Justicia
Mostraron orgullosos sus diplomas. 21 estudiantes, que siguen carreras universitarias dentro del Centro de Rehabilitación Social Regional Guayas, recibieron un homenaje este jueves 11 de febrero del 2016 por su excelente rendimiento académico.
Paúl Vera, estudiante de Ingeniería en Administración de Empresas Turísticas y Hoteleras, alcanzó 9,99 puntos de calificación. En su discurso aseguró que están demostrando, con su responsabilidad y dedicación, que buscan el bienestar de sus familias. Y que esperan por su libertad para ejercer su futura profesión.
La ceremonia de premiación se realizó en los patios del centro carcelario. Hasta ahí llegaron familiares y también autoridades del Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos; y de la Secretaría Nacional de Educación Superior Ciencia y Tecnología (Senescyt).
Desde el año pasado, 221 personas privadas de la libertad del Centro de Rehabilitación Social de Guayas iniciaron un proceso de profesionalización. Ellos reciben clases dentro de los pabellones en las carreras de Trabajo Social, Derecho, Administración de Empresas, Ingeniería en Contabilidad y Auditoría, Ingeniería en Administración de Empresas Turísticas y Hoteleras e Ingeniería en Marketing, a través de un convenio con la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil; y en Mecánica Industrial por medio del Instituto Técnico Superior Simón Bolívar.
Karla Benítez, viceministra de Atención a Personas Privadas de la Libertad, aseguró que la educación es uno de los ejes en el proceso de rehabilitación social. “La educación es el medio más cercano para alcanzar la libertad; esperamos verlos como ciudadanos ejemplo (…) hoy su excelencia académica ratifica que van por buen camino”, les dijo.
Roberto Quintero empezó dentro de la Regional sus clases de Derecho. El año pasado, ante la visita del papa Francisco al país, recibió el indulto presidencial por obtener la mejor calificación en el Examen Nacional de Educación Superior (ENES).
Ahora comparte su tiempo entre la universidad y la preparación de las clases que imparte a sus compañeros que siguen una carrera técnica dentro del centro penitenciario. “Invito a mis compañeros a que no desmayen y continúen en la lucha por su educación”.