Estudiantes, padres de los alumnos y egresados asistieron a un plantón de antorchas realizado en los exteriores del Colegio Montúfar. Foto: Paúl Rivas/ EL COMERCIO
Una protesta con antorchas, banderas y pancartas se desarrolla desde las 19:05 de este miércoles 24 de febrero de 2016 en los exteriores del Colegio Montúfar, en el sur de Quito.
Hace unos minutos, los alumnos encendieron pedazos de tela impregnada de gasolina y las colocaron sobre tiras de carrizo. Otros trajeron velas e, incluso, uno de los estudiantes encendió una bengala roja.
Las luces iluminan la puerta principal del establecimiento, en donde están agolpados alumnos, padres y personas que aprovecharon para protestar contra el Gobierno.
Las antorchas son un símbolo por la defensa de la educación. “Este colegio es un emblema y el fuego representa que la educación nos ilumina el camino”, dijo Esteban L., un estudiante de segundo de bachillerato.
Hay gritos a favor del colegio y en contra del presidente Rafael Correa y del ministro de Educación, Augusto Espinosa. “¡Correa Escucha el Montúfar está en lucha!”. “Más que un colegio, Montúfar es mi vida”, gritan los adolescentes.
Ellos rechazan las últimas declaraciones de Correa, quien asegurara en su enlace ciudadano que si tendría que cerrar esta institución lo haría. Los padres son los más preocupados por estas palabras.
Esa afirmación la dio después de hacer un recuento de los daños de las protestas realizadas la semana pasada como rechazo a la reubicación de 16 docentes y y por la instauración de un sumario administrativo para 9 inspectores y 8 profesores.
“Rechazamos esa posibilidad. El Montúfar no puede cerrar porque es el colegio para la gente del sur”, dijo Dora L., madre de una adolescente.
Otra madre, que prefirió omitir su nombre, comentó que la reubicación de 15 docentes y la instauración de un sumario administrativo para nueve inspectores y ocho docentes perjudica el aprendizaje de los estudiantes. En su caso, su hijo cursa el último año de bachillerato y -aseguró- que teme el nivel de enseñanza con el que se graduará. “Y ahora nos amenazan con cerrar. No se dan cuenta que los únicos perjudicados son los jóvenes”, dijo.
Un carril de la avenida Napo, en el sentido sur-norte, está cerrado. Sin embargo la circulación vehicular se mantiene estable. Los vehículos que pasan cerca aprovechan para pitar y de esta forma expresar su apoyo.
No hay presencia policial en la concentración, pero una hora antes de que se encendieran las antorchas un grupo de agentes se formaron unas dos cuadras hacia el occidente del plantel. El plantón está previsto que se extienda una hora más.