La reparación a la estudiante fiscal que denunció haber sido violada por el conductor de su transporte escolar no termina con la captura de Darwin J. Quedan pendientes la sanación emocional de la víctima de 14 años, su familia y sus compañeros.
La Policía Nacional informó este 3 de mayo que se capturó al conductor acusado de violación, en Sucumbíos. Julio Barba, director nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de la Policía (Dinaf), dijo que por la ubicación, no descartan que haya querido cruzar a Colombia.
El comandante general de la Policía, Carlos Cabrera, señaló que Darwin J. fue localizado en una zona selvática de la provincia amazónica. Cambió su apariencia para no ser identificado y no contaba con documentos de identidad.
“El trabajo como sociedad para erradicar todas las formas de violencia es urgente”, dijo la ministra de Educación, María Brown, tras el anuncio de la Policía. Además señaló que trabajarán por fortalecer los protocolos. “El camino para erradicar la violencia es un camino que aún debemos transitar las instituciones públicas y la sociedad”.
Además señaló que acompañan a la familia de la víctima y a las víctimas secundarias (los estudiantes del plantel), que requieren apoyo psicosocial. También para garantizar la continuidad educativa.
Según la ministra de Educación, la víctima ha tenido acceso a apoyo psicosocial a través de la Fiscalía. Además indicó que la acompaña un equipo del Ministerio de Salud y psicólogos de la Cartera de Educación. “Tenemos una nueva reunión con la familia para revisar el procedimiento y poder avanzar. Tiene que sostenerse en el tiempo”.
Autoestima y seguridad debilitadas
La base del proceso terapéutico de sanación de una persona violada es la recuperación de su autoestima, que incluye la reparación de la dignidad como persona y como mujer, explica la psicóloga Montserrat Gortaire.
Además, señala que cuando el violador es una persona vinculada a la institución educativa -aunque sea por medio de un servicio externo- el tratamiento es más delicado. Esto, porque es una persona a la que la víctima veía todos los días y tenía algún nivel de confianza en ella.
Por ello, la especialista explica que además se deben recuperar los índices de confianza con las personas que están alrededor o se acerquen a la joven. “La institución educativa y el Ministerio tienen la corresponsabilidad de la sanación de la chica y su reinserción en el ámbito de la confianza escolar”.
Lo mejor en estas situaciones es que pase un tiempo antes de que la víctima vuelva a las aulas, señala Gortaire. “Sería ideal que, hasta que no se sientan bien con respecto al nivel de confianza, si no quiere volver a la institución no lo haga”.
No revictimizar
En un caso como este, la psicorrehabilitadora Camila Pozo explica que es importan no revictimizar a la estudiante. Se refiere a que ella no tenga que contar una y otra vez lo que vivió. Para eso sugiere que sea tratado por un solo profesional, que haga una evaluación para identificar la afectación psicológica.
Este tipo de violencia, generalmente afecta la autoestima y la seguridad, explica la psicóloga. La víctima también podría sufrir estrés postraumático, estar en estado de shock, depresivo o ansioso.
La parte social también se ve afectada. Puede haber dificultad para socializar y relacionarse, en este caso, con hombres, ya que a una víctima le cuesta volver a confiar. Por ello, la especialista enfatiza en la importancia de una evaluación y seguimiento del caso para tratar las áreas afectadas.
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