En la actualidad está vigente la educación transmedia, es decir, la aplicación de formatos y plataformas digitales multimedia, que generan nuevas oportunidades comunicativas, en la denominada multi alfabetización, que vincula los aprendizajes al constructivismo social.
Estos cambios se sustentan en la mayor participación de los estudiantes, en los conocimientos previos y en los modelos colaborativos en red, como alternativas a las escuelas tradicionales cuyo relato está ahora en franco declive.
Los medios y las escuelas
El telégrafo fue el sistema que revolucionó las comunicaciones. Al telégrafo acompañaron la fotografía, el cine, la radio y más tarde la televisión que -por separado y en conjunto- dieron avisos premonitorios a los promotores de las escuelas ancladas a pizarras, tizas, textos y bancas fijas, que centraron la enseñanza en los profesores -que saben- y en los alumnos – receptores pasivos o “bancos”, en la terminología de Paulo Freire-.
Las viejas profecías intentaron modificar, sustituir o eliminar el papel de los docentes, como “todólogos” y “dueños” de la verdad. Los ejemplos son variopintos: el cine con Edison fue una experiencia valiosa; la radio con Darrow; la televisión con el proyecto Clark, y los portátiles con Negroponte, quienes, a su modo, promovieron -acertados o equivocados- rupturas a un tipo de educación “castrante”.
A estas tendencias se unieron las propuestas de Ivan Illich, anarquista, quien pronosticó la “muerte de las escuelas”, la desescolarización total. “La escuela debe morir —o ha muerto— para que la educación pueda vivir” fue su pensamiento principal.
Rupturas y propuestas
Hay que reconocer que las experiencias de rupturas frente a los modelos de pensamiento que fundamentaban las escuelas tradicionales, dejaron aprendizajes valiosos. La educación a distancia, por ejemplo, se nutrió de las herramientas mediáticas. En los cinco continentes aparecieron sistemas de alfabetización, a través de radios populares, programas de televisión educativa mediante “teleclases”, uso de computadoras portátiles, y proyectos “prensa-escuela” y el “Diario en la Educación”, patrocinados por la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa), entre otros. La ecuación utilizada, en la década de los ochenta, fue “Educar en los medios” y como contrapartida: “Los medios se educan para mejorar las escuelas”.
Se avizora que la escuela del futuro tendrá un fuerte componente mediático -crítico y creativo-, en una sociedad dominada por las máquinas y las tecnologías. Recientes estudios revelan, sin embargo, que la educación en los medios superará la vertiente tecnológica -pese a reconocerse como recurso clave-, porque, en lo esencial, servirá para educar a los ciudadanos, y que ellos descubran y construyan una sociedad diferente, mediante la apropiación de nuevos lenguajes y aprendan a leer en forma autónoma. Por eso, insistir en enseñar como hace veinte años sería un verdadero anacronismo.
Estrategias educativas
El debate está abierto. La revisión integral de los sistemas educativos es obligatoria para todos los Estados y todas las sociedades. Varios principios deben aplicarse, según cada contexto: una educación más humana, crítica y creativa; una educación más incluyente, intercultural y armónica, que destierre todo tipo de violencia; una educación que forme ciudadanía articulada a la práctica de los valores humanos: la libertad, la responsabilidad, la igual, la democracia y la solidaridad.
La estrategia educativa debe ser consecuente con las políticas públicas, en lo atinente a lo económico, cultural, político, social, tecnológico y ambiental. Y en relación con la estrategia didáctica: enfocar en el descubrimiento de las competencias intelectuales de los estudiantes -aprender a pensar-, y aprovechar lo valioso de la escuela transmisiva y reproductora.
Integración de saberes y medios
Los efectos cognitivos de los medios han sido investigados. R. Clark sostiene que la tecnología, en sí misma, no promueve aprendizajes, y como cualquier herramienta, es un recurso que, no es neutral, porque desarrolla implicaciones en los comportamientos y porque genera modelos cognitivos o marcos de pensamiento.
Ante esta situación, la alternativa es integrar no solo saberes, sino los medios de comunicación -cine, radio, TV, internet y redes sociales- a los métodos científicos para solucionar problemas. A propósito, una deuda pendiente del sistema educativo ecuatoriano es incorporar -en la formación del profesorado- el estudio y la práctica del método científico, desde el ciclo preescolar hasta el superior.
DATOS
‘Escuela-Zoom’
Se avizora que la escuela del futuro tendrá un fuerte componente mediático -crítico y creativo-, en una sociedad dominada por las tecnologías.
Metodologías
La alternativa es integrar no solo saberes, sino los medios de comunicación a los métodos científicos para solucionar problemas.
FRASE
‘Recientes estudios revelan que la educación en los medios superará la vertiente tecnológica, porque servirá para educar a los ciudadanos hacia una sociedad diferente, mediante la apropiación de nuevos lenguajes y porque aprenderán a leer en forma autónoma’.
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