Los modelos de educación híbrida fueron el centro de la discusión en el encuentro internacional Educación para el siglo XXI en América Latina y el Caribe: prosperar, competir e innovar en la era digital. Este se realizó en la Casa de América de Madrid. Fue liderado por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Ministros y ministras de Educación de Iberoamérica, especialistas y expertos en educación tratan de responder a varias preguntas relacionadas con la educación pospandemia. Entre ellas, la OEI informó que destacan dos cuestionamientos. El primero es sobre cómo debe enfocarse la transformación digital que necesita Iberoamérica en el momento actual de la pandemia. Además se cuestionó cómo hacerlo de manera conjunta y coordinada.
El encuentro tuvo el objetivo de generar un espacio para debatir y poner en común una hoja de ruta que permita el pleno desarrollo de modelos híbridos de educación en la región. La OEI indica que tras la apertura parcial de escuelas y universidades en el 2021, se manifestó la amplia brecha digital entre los países iberoamericanos.
Esta se evidenció en las medidas de emergencia desiguales y heterogéneas de los países para enfrentar la pérdida de aprendizajes, a la par que se sorteaban problemas de conectividad y acceso, señala el organismo. Según cifras del BID, al menos 77 millones de personas no tienen acceso a Internet de calidad en áreas rurales de América Latina y el Caribe. Asimismo, la probabilidad de deserción escolar de jóvenes entre 12 y 17 años aumentó un 13%.
Las discusiones
Mariano Jabonero, secretario general de la OEI, dijo que en la política pública hay que definir lo urgente e importante. Mencionó que en la región es fundamental contar con una propuesta de educación híbrida, que también mejore la productividad “que hace 60 años no mejora”. Además, esto servirá para la prevención frente a nuevas pandemias, dijo.
La región tiene la oportunidad de hacer una inversión focalizada en la transformación digital de la educación, dijo Mauricio Claver-Carone, presidente del BID. Otras acciones pertinentes, señaló, consisten en formar docentes de alta calidad y en dotar con infraestructura a las escuelas en zonas rurales y de alta pobreza. “Se necesita un verdadero compromiso de toda la comunidad educativa (sector público, privado y sociedad civil)”. Esto, señaló, es para cerrar vacíos y brechas históricas. Además, para asegurar que los jóvenes desarrollen las competencias que necesitan para las demandas del mercado laboral”.
Pilar Alegría, ministra de Educación y Formación Profesional de España, dijo que la transformación digital ya es una realidad en la vida de los estudiantes y por ello se debe “extraer lo mejor de ella sin demonizarla”. Asegura que se trata de una herramienta poderosa para conseguir los objetivos del sistema educativo. Entre ellos, mencionó la importancia de seguir ampliando la escolarización, reducir el abandono escolar y mejorar la calidad de los conocimientos adquiridos con motivación.
En el encuentro participó la ministra de Educación de Ecuador, María Brown. Ella sostuvo que si la tecnología no se pone al servicio de la educación de manera óptima es un recurso desperdiciado. Además dijo que en el país se habla de una agenda educativa digital a cinco años, con metas de conectividad, de ciudadanía y de alfabetización digital.