África central y occidental son las zonas endémicas de la viruela del mono, una zoonosis de tipo selvática que activa una nueva alerta epidemiológica en el mundo por su diseminación en países europeos y también en las Américas.
Su principal vía de transmisión es del animal al hombre, con infecciones incidentales entre humanos como ya ocurrió en el 2003 en Estados Unidos. El reciente brote sumaba hasta el sábado 21 de mayo de 2022, 92 casos confirmados y 28 sospechosos, según informes de la Organización Mundial de Salud (OMS).
El domingo 22 de mayo el Ministerio de Salud Pública (MSP) activó los procesos de vigilancia del virus en el sistema nacional de salud. En el Ecuador no hay reportes de la enfermedad, pero sigue los lineamientos de organismos internacionales para la posible detección, en especial en los principales puntos de entrada internacional, como Guayaquil y Quito.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha emitido un protocolo para el reporte, seguimiento de contactos y diagnóstico. Enrique Pérez, uno de los coordinadores del organismo, recomendó que cualquier enfermedad que se presente durante un viaje o de regreso de un área endémica debe informarse a los profesionales de la salud, así como el historial de viajes recientes y registros de vacunación.
“Las personas que residan o vayan a países endémicos deben evitar el contacto con animales que pueden albergar el virus de viruela -explicó Pérez durante una conferencia de prensa del organismo-. A pesar de que es conocida como la viruela del mono puede ser trasmitida por ciertos roedores, marsupiales y otros primates”.
La OPS también pide aumentar las medidas de vigilancia, diagnóstico e higiene, principalmente la bioseguridad entre los trabajadores de la salud para evitar la transmisión. También se informó que la región cuenta con laboratorios de referencia para el diagnóstico.
Hasta 21 días de observación para casos sospechosos
Este tipo de viruela es causada por un agente viral de la familia de los orthopoxivirus. Se caracterizan por generar fiebre, malestar general, dolor de cabeza y lesiones en la piel en forma de cráteres o úlceras rodeadas por tejido inflamado. También pueden terminar en cuadros más graves, aunque con menor incidencia, y su mecanismo de transmisión es más lento.
Pérez explica que una de las vías de contagio entre humanos es por gotas grandes exhaladas tras un contacto directo y prolongado. Otras formas son el contacto directo con fluidos corporales de una persona infectada o con objetos contaminados.
“Su periodo de incubación es de seis a 13 días, aunque puede oscilar hasta 21 días. Por eso cuando se hace el seguimiento de contactos se mantiene por hasta 21 días”.
La ruta del brote en el mundo
Reino Unido ha sido el epicentro, aunque la fuente de contagio aún no está definida. El primer caso del reciente brote de viruela del mono en el mundo fue reportado el 7 de mayo. La alerta la emitió ese país por una persona que había regresado de Nigeria. El 22 de abril desarrolló una erupción y el 4 de mayo se hizo la notificación.
La contención incluye el rastreo de contactos y hasta la semana anterior no había reportes de otros contagios, relacionados a este caso. Sin embargo, aún se desconoce la fuente de infección en Nigeria por lo que se mantenía el riesgo de transmisión en ese país.
Reino Unido suma más reportes. El 13 de mayo identificó a un grupo familiar, sin vínculos con el primer caso ni viajes a África occidental.
Las investigaciones además detectaron otros cuatro casos entre asistentes a servicios de salud sexual. “Todos son hombres que tienen sexo con hombres, por lo tanto, no se descarta que existan cadenas adicionales de transmisión de esta enfermedad”, dijo Pérez, de OPS.
El 18 de mayo Portugal se integró a la lista con más de 20 casos sospechosos; cinco ya tenían un diagnóstico positivo hasta la semana anterior. España registra unos 30 casos en Madrid y mantiene bajo estudio a otras 39 personas.
Otros reportes vienen de Australia, Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Suecia y Países Bajos. En la región de las Américas se ha detectado en Estados Unidos, Canadá y Argentina.
Aunque no hay una vacuna directa contra la viruela del mono, en Reino Unido están aplicando una fórmula de tercera generación contra la viruela en las personas que han sido aisladas por contacto con casos confirmados.