Activistas de Quito, Ambato y Riobamba se reunieron en los exteriores del edificio judicial para respaldar a Estefanía C.. Foto: Raúl Díaz para EL COMERCIO
Estefanía C., una joven acusada de desprestigiar y deshonrar a una hostería de Riobamba fue declarada inocente. Ella publicó un comentario en la página de Facebook de ese establecimiento y fue denunciada por sus propietarios.
El caso causó polémica en Riobamba y avivó el debate entre aficionados a la tauromaquia y los activistas antitaurinos y animalistas. Es que en su comentario, Estefanía expresó su desaprobación por las corridas de toros que se realizan en el interior de la Hostería.
“Un lugar que en sus instalaciones maltratan y torturan animales. Muchos inocentes han muerto ahí. No la recomiendo”, escribió Estefanía C. en la sección de reseñas, del fan page de esa Hostería.
El propietario, Jorge E., indicó en la querella que se presentó en la Unidad Judicial Penal de Riobamba que ese comentario le causó daño debido a que en esas mismas instalaciones funciona un hospital privado.
“En el comentario se dice que ‘muchos inocentes han muerto ahí’. Hay que tomar en cuenta el número de visitas que tuvo esa publicación y el daño que nos causa”, señaló el propietario de la Hostería.
Su abogado defensor señaló en la audiencia que el comentario corresponde a una contravención de cuarta clase según el Código Integral Penal. Pero en la audiencia, presidida por el juez de la Unidad Penal, Franklin Ocaña, no se consideró así.
“Facebook se hizo para expresar nuestro descontento sobre cualquier tema. Lo que le ocurrió a Estefanía, nos pudo pasar a cualquiera de nosotros, que somos activistas y siempre expresamos nuestra opinión en Facebook”, dijo Andrés Carrasco, del movimiento Juventud Contracorriente.
En los exteriores del edificio judicial aguardaban cerca de 120 integrantes de los colectivos animalistas y ecologistas de Quito, Ambato y Riobamba. Ellos se apostaron en ese sitio desde las 08:00.
El veredicto se conoció en la tarde. Fue necesaria la intervención de la fuerza pública cuando del edificio salió un grupo de aficionados taurinos que también acudieron para respaldar a los propietarios de la hostería.
El conflicto se inició cuando ambos grupos empezaron a gritar consignas en defensa de sus creencias. La parte acusadora se retiró del lugar sin dar declaraciones. Entre tanto los activistas anunciaron que la agenda en rechazo a las corridas taurinas continuará.