La Cruz Roja activó sus puntos de donación en todo el país como parte de una campaña para abastecer sus bancos hemoderivados. Foto: Enrique Pensantes / EL COMERCIO
Durante un poco más de cinco minutos, Kevin Solís vio cómo la sangre de su brazo salía por una sonda hasta completar una pinta. Esta era su segunda donación y al final terminó un poco mareado, pero no duda en hacerlo nuevamente. “Es un pequeño sacrificio para ayudar a los demás”, dijo el joven de 20 años.
Este sábado 3 de marzo del 2018, la Cruz Roja activó sus puntos de donación en el país. Es parte de una campaña para abastecer sus bancos con hemoderivados, y tiene como meta llegar a las 3 400 pintas de sangre.
Pedro Heredero, de 18 años, se acercó a una de las carpas ubicadas en el norte de Guayaquil. Después de completar una ficha informativa, pasar una prueba rápida de hemoglobina y una breve entrevista con uno de los seleccionadores, se recostó en una camilla para donar 450 mililitros de su sangre.
“Es la primera vez que lo hago. Con la donación podemos salvar vidas, así que no lo dudé porque es una forma de poder ayudar”, dijo el donante.
En el país, apenas el 1,2% de la población es donante. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) establece que para cubrir las necesidades de sangre se requiere de la donación de al menos el 2 a 5%.
Sarai Medina, asesora corporativa de donación voluntaria de la Cruz Roja del Guayas, explicó que una pinta puede salvar de tres a cuatro vidas. Por eso emprendieron una campaña nacional para el abastecimiento. “Tuvimos un mes corto, el feriado y las lluvias nos afectaron. Tratamos de mantener nuestro stock en banco para poder abastecernos”, indicó.
Hasta las 11:00, la carpa instalada en el norte de Guayaquil había completado 100 pintas. En los laboratorios la sangre pasa por una serie de pruebas, se divide en plaquetas, plasma y glóbulos rojos, y luego es almacenada.
Para donar hay que tener entre 17 y 65 años, un buen estado de salud, pesar más de 50 kilos, entre otros requisitos. Joe Valleroso, de 19 años, cumplía con todos ellos y decidió donar. “He visto casos de amigos, con familiares muy enfermos que necesitan sangre. Es bueno poder ayudar a los demás”, aseguró.
La Cruz Roja da ciertos beneficios a sus donantes, como el derecho a cinco productos sanguíneos para él y para su hijos menores de 17 años, y dos productos sanguíneos para sus padres mayores de 65 años (durante seis meses luego de su última donación).
La donación además equilibra los niveles de hierro, mejora el flujo sanguíneo y reduce la posibilidad de enfermedades coronarias o circulatorias.