El debate está planteado: ¿la OMS tiene un enfoque prohibicionista con respecto al consumo de tabaco? Al menos así lo afirman 100 especialistas en ciencia, medicina y política sanitaria en una carta a la Organización Mundial de la Salud en la que piden que modifique su enfoque.
Ellos sugieren a los delegados del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco que permitan el uso de productos libres de humo que han demostrado ser menos nocivos como vapeadores y productos de tabaco calentado, que no implican la combustión de tabaco ni la inhalación de humo, sin que esto tampoco minimice sus riesgos.
Los especialistas piden que la OMS tome en cuenta un enfoque de reducción del daño del tabaco. Reconocen que esos productos no están exentos de riesgos y afirman que deben regularse de manera puntual y estricta, pero citan estudios que prueban que sí son significativamente menos dañinos para la salud que el cigarrillo normal.
Entre los firmantes de la carta está el médico ecuatoriano Enrique Terán. Los expertos son parte de institutos, universidades y centros de investigación de Ecuador, Colombia, Argentina, Canadá, Estados Unidos, México y Nueva Zelanda, entre otros.
Los académicos sostienen que “la OMS ha desestimado el potencial para transformar el mercado del tabaco de productos de alto riesgo a productos de bajo riesgo. Al hacerlo, da la espalda a una estrategia de salud pública que podría evitar millones de muertes relacionadas con el tabaquismo”.
Si la OMS adoptara un enfoque de reducción del daño, “en lugar del actual, prohibicionista”, se podrían lograr avances importantes en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como la reducción a un tercio de los fallecimientos por enfermedades no transmisibles, incluyendo las relacionadas con el consumo de tabaco, señalan los firmantes.
Los 100 firmantes aseguran que, si bien es importante ser cautelosos con la participación de la industria del tabaco en estas discusiones, las partes involucradas “no deberían ignorar el importante potencial de salud pública de los productos de riesgo reducido”.
En sus recomendaciones además señalan que, al prohibir las alternativas al cigarrillo se deja a millones de fumadores sin opciones más seguras, lo que representa “proteger la producción y consumo tanto de cigarrillos convencionales como de productos alternativos ilícitos, justamente lo que la OMS está buscando evitar”.
Este 22 de octubre se desarrollará el encuentro Reducción de riesgos y daños en consumo de tabaco, oportunidades y desafíos. Algunos de los firmantes de la carta enviada a la OMS participarán de este foro mundial. Según sus organizadores esta será la conferencia más completa, científica y técnica sobre el cambio de paradigma en la manera de abordar el consumo de nicotina.