La forma en la que decidimos vivir esta temporada de Navidad y Año Nuevo tiene un impacto directo en el mundo que queremos crear, pues lo que comemos, lo que regalamos, cómo celebramos y cómo nos vestimos.
En las fiestas decembrinas, de acuerdo con la ONU, la producción de residuos plásticos aumenta en un 25%, sobre todo debido al empaquetado de regalos, embalajes, uso de desechables y consumo de adornos que terminan en la basura.
Sumado a ello, según la FAO, el aumento del consumo de alimentos lleva al desperdicio de estos, una práctica que tiene fuertes implicaciones en la tierra y el agua consumida para generar dichos productos. También se incrementa el consumo energético: según datos de la firma Raddar.
Dicho eso, ¿cómo entonces se puede tener una Navidad más responsable con el planeta? Y no, no se trata de dejar de hacer cosas, porque, como se ha dicho, siempre habrá un impacto, pero lo que se debe hacer es mitigarlo al máximo posible, una acción que sin duda agradecerán las próximas generaciones.
Acciones para tener una navidad amigable con el planeta
Según explica Tatiana Céspedes, directora de Campañas para Greenpeace Colombia, una de las cosas que desde el sector ambiental hacen durante este fin de año es tener un consumo responsable. Por ejemplo, decidiendo qué es lo que realmente se requiere antes de comprarlo o eligiendo mejor.
A la hora de dar regalos, es esencial tener en cuenta factores como: saber si es un producto nacional o importado, ya que partiendo de esto podemos identificar cuánto ha tenido que viajar. Sumado a esto, poner en consideración la calidad del producto; por ejemplo, si es algo desechable o, por el contrario, puede durar mucho tiempo.
También es fundamental revisar los materiales con los que está fabricado el producto, conocer de qué está hecho, si se usaron materias primas amigables o no con el ambiente”.
Se recomienda regalar experiencias
Para ella, otra cosa que se puede tener en cuenta en estas Navidades es no regalar cosas físicas, sino experiencias: por ejemplo, viajes a un parque natural, a una ruta de senderismo o a un espacio de conexión con la naturaleza.
Con esta posición concuerda la ONG ambientalista WWF “todos hemos recibido un regalo que tal vez no necesitábamos. Por eso, invierte tu tiempo escogiendo uno que sea útil y que no impacte tanto al ambiente”.
Evitar desperdiciar comida
Otro tema en el que hacen énfasis es el del desperdicio de los alimentos. Durante este año, WWF ha liderado varias campañas para propiciar el consumo responsable, por eso destacan que es importante recordar que tan solo producir un banano requiere 160 litros de agua, y, sin embargo, cuatro de cada diez alimentos que se producen en el mundo nunca llegan a consumirse.
“Planea bien lo que vas a cocinar, compra solo que necesites para preparar esa receta, sírvete lo que te vayas a comer, y si sobra, almacénalo de forma que se conserve bien (en recipientes o empaques reutilizables) y puedas reutilizarlo en otra receta o consumirlo luego”, agregan.
Otra recomendación es consumir alimentos locales, ya que transportar los alimentos desde su origen hasta el supermercado genera gases de efecto invernadero y mientras más lleguen a la atmósfera, más se agudizará el cambio climático.
Usar objetos amigables
En cuanto a los regalos, una buena opción es usar papel periódico (como en el que está escrito este artículo) para empacar los regalos.
Apagar las luces navideñas al irse a dormir también ayudará al planeta y a su bolsillo. No compre ropa fast fashion, que se daña con facilidad, sino opte por prendas más duraderas. Y, sobre todo, haga su mayor esfuerzo por cuidar el planeta que tenemos.
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