En Colombia, el 24 % de los cultivos de maíz y el 77 % de algodón son transgénicos. Foto Referencial: Pixabay
Colombia tiene el desafío de aumentar su producción de alimentos para convertirse en una de las despensas mundiales, dijo el lunes 11 de julio de 2016 a Efe la Asociación de Biotecnología Vegetal Agrícola (Agro-Bio) con motivo del Día Mundial de la Población.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha manifestado que la nación andina “es uno de los cinco países más importantes para ser despensa mundial de alimentos por su ubicación y disponibilidad de tierras”, aseguró la directora ejecutiva de Agro-Bio, María Andrea Uscátegui.
Precisamente el lunes 11 de julio, que se celebra el Día Mundial de la Población, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, manifestó que “todas las personas merecen beneficiarse del crecimiento económico y el progreso social”.
En ese sentido, Uscátegui señaló que Agro-Bio comenzó el lunes 11 de julio en las redes sociales la campaña “#OGM20” para conmemorar los 20 años de la implementación de los cultivos genéticamente modificados en Colombia, pues considera un “reto” ayudar a alimentar a los 9 700 millones de personas que, según la FAO, habrá en 2050 en el planeta.
A juicio de la funcionaria, las principales dificultades para mejorar la producción agrícola son “la menor cantidad de áreas cultivables, el cambio climático, el incremento de las plagas y la migración de agricultores a las ciudades”.
Según un informe del Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones en Agrobiotecnología (ISAAA), “es evidente que la producción de alimentos tradicional por sí sola no permitirá alimentar a 9 000 millones de personas en 2050″, recordó.
Por ello, explicó la experta, “hay que reconocer que la biotecnología ofrece soluciones para producir más alimentos en la misma área, sin expandir la frontera agrícola, enfrentar desafíos como la sequía y el cambio climático, y hacer un uso sostenible de los recursos naturales”.
Análisis hechos por Agro-Bio indican que los cultivos transgénicos ya están comenzando a reducir los efectos del estrés en las plantas acrecentados por el cambio climático.
Así, por ejemplo, en Estados Unidos actualmente se comercializa maíz tolerante a la sequía, que puede mantenerse en un periodo prolongado sin agua.
En Colombia, el 24 % de los cultivos de maíz y el 77 % de algodón son transgénicos, según cifras de 2015 del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales y Leguminosas (Fenalce) y la Confederación Colombiana del Algodón (Conaldogón).
Para garantizar la seguridad alimentaria, “el potencial del país es prometedor si se incrementa la competitividad y la producción nacional gracias a las semillas genéticamente modificadas, acompañadas de buenas prácticas agrícolas y las buenas condiciones, con lo cual podríamos llegar a ser autosuficientes“, comentó Uscátegui.
Agregó que los cultivos genéticamente modificados tienen también ventajas para el medioambiente porque hacen un uso más sostenible del agua que los tradicionales.
“Si Colombia fuera autosuficiente en 10 años, con los cultivos genéticamente modificados ahorraríamos 2 500 millones de litros de agua suficientes para abastecer en un año de una población de 57 000 personas”, puntualizó.