Los sitios clausurados la mañana de este jueves 31 de enero del 2019 no contaban con permisos de funcionamiento ni especialistas. Foto: Cortesía Acess
Rejas y candados en las habitaciones. Baldes en lugar de inodoros. Pocas camas y muchos usuarios.
Dos centros clandestinos ofrecían en estas condiciones terapias de rehabilitación por consumo de drogas en Guayaquil. Ambos fueron clausurados la mañana de jueves 31 de enero de 2019, durante un operativo de la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de la Salud (Acess).
Las clínicas funcionaban en casas. En uno de los inmuebles residían 26 personas, pero el lugar solo tenía nueve camas.
En el otro centro hallaron a ocho personas. Al parecer aquí permanecían internados más de 40 usuarios, que habrían sido evacuados la semana anterior al conocer que se estaban realizando operativos de control.
El pasado 11 de enero, 18 personas fallecieron durante un incendio en una clínica clandestina del Suburbio de Guayaquil. Casi una semana después, el gobernador del Guayas, Raúl Ledesma, anunciaba un plazo de 90 días para abrir el diálogo con los establecimientos que buscaban regularizarse. Pero los operativos de clausura se mantienen para aquellos locales que hasta ahora no se han registrado.
Los Centros Especializados en Consumo Problemático en Alcohol y otras Drogas (Cetads) deben cumplir con el proceso de licenciamiento para poder funcionar. El trámite incluye requisitos de infraestructura, personal capacitado, un plan terapéutico…
En los registros de Acess hay 39 Cetads que cuentan con autorización en el país. Otros 248 están en proceso de licenciamiento, como informó el Ministerio de Salud.
Los sitios clausurados esta mañana no contaban con permisos de funcionamiento ni especialistas. La Ley Orgánica de Salud vigente solo impone multas por estas causas. El nuevo Código de la Salud, que está en debate, incluye sanciones más fuertes para estos casos.
En uno de los locales sancionados hallaron a un adulto y un adolescente con síntomas del síndrome de abstinencia. Ambos fueron trasladados al Hospital Monte Sinaí, en el noroeste del Puerto Principal. Los residentes del otro lugar fueron llevados al Hospital Guasmo Sur, para un chequeo médico.
Según los protocolos, luego de las clausuras los pacientes deben ser evaluados en centros de salud. De ese informe dependerá si son derivados a otros tratamientos que ofrece el Estado, como el ambulatorio intensivo y el residencial.