Los reportes de ataques de perros que han afectado a personas y mascotas alarman a los tenedores de este tipo de animales. Recientemente se informó sobre la muerte de dos pitbulls en Londres, Inglaterra, luego de que ellos agredieran a una mujer y el pasado 12 de mayo de 2023 otro can sin bozal mató a otro similar en Soacha, Colombia.
Este tipo de actitudes demandan una atención oportuna por parte de un profesional para evitar situaciones incómodas o lamentables. No se debe normalizar la agresividad en las mascotas, pues este comportamiento puede poner en riesgo la integridad física de otros seres vivos.
Un perro agresivo es el que cumple las siguientes pautas:
– Tuvo dos o más episodios de agresiones a otros animales.
– Presentó un episodio de agresión a un ser humano y causó lesiones permanentes de cualquier tipo.
– Fue entrenado para defensa o ataque.
– Pertenece a una de las razas, cruces o híbridos de: American Staffordshire Terrier, Bullmastiff, Dóberman, Dogo Argentino, Dogo de Burdeos, Fila Brasileiro, Mastín Napolitano, Pit Bull Terrier, American Pit Bull Terrier, De presa canario, Rottweiler, Staffordshire Terrier o Tosa Japonés.
¿Qué hacer con los perros agresivos?
Según la veterinaria Daisy Amador, en primera instancia, es fundamental identificar si la causa es orgánica o si el perro presenta alguna patología que ocasiona este tipo de comportamiento.
Por ejemplo, un perro puede responder de manera agresiva ante el contacto con otra persona o animal por dolor, por lesiones en la piel, ceguera, sordera o por alguna enfermedad del sistema nervioso central.
Una vez se descarte el origen orgánico, la agresividad puede responder a un proceso etológico o comportamental directamente. En este último grupo se incluyen factores hormonales, de aprendizaje y experiencias previas.
Un perro puede ser agresivo para dominar una situación que le genera competencia como la obtención de alimento, marcar espacios o el contacto con otros seres.
Esto quiere decir que puede ser agresivo por defender un territorio, por miedo ante experiencias traumáticas, por irritación al disminuir su nivel de tolerancia o por depredación de animales pequeños.
Ante todo, en este tipo de situaciones es importante acudir con un médico veterinario etólogo.
El especialista en problemas comportamentales y conductuales y se encargará de realizar las recomendaciones conductuales, modificación de entorno, tratamiento médico, quirúrgico y demás consideraciones pertinentes de acuerdo al origen del problema.
En caso de que perro atacó, para el médico veterinario Gabriel García, las opciones para el canino son:
- Entrenamiento y educación: Muchos animales con conductas agresivas responden satisfactoriamente al entrenamiento, acompañado de terapias alternativas, y a través de esto logran modular su conducta y convertirse en animales más tranquilos y manejables.
- Reubicación: Existen factores y contextos que hacen que los animales sean mas propensos a ser agresivos. Por este motivo es importante que antes de adquirir o adoptar un animal, las personas reciban asesoría y seguimiento por parte de un profesional veterinario ya que no se trata de abandonar de nuevo al animal, sino de proporcionarle los espacios en los que este pueda sentirse más a gusto.
- Confinamiento: Si, luego de la evaluación etológica, el animal presenta problemas complejos de agresividad, este puede ser mantenido en confinamiento con el fin de preservar la vida del animal.
Para prevenir el ataque
- La esterilización del animal podría reducir el componente hormonal de la agresividad.
- Es ideal estimular el ejercicio y los juegos para evitar el aburrimiento y permitir liberar energía.
- Se pueden realizar refuerzos positivos como comida, galletas o mimos cuando realice una buena conducta.
- Se deben realizar estímulos distractores en momentos de tensión sin realizar castigos físicos.
- Es importante identificar el lenguaje corporal previo al ataque o conducta agresiva: bostezos frecuentes, lamido de labios, mirar hacia otro lado, jadeo, ojos muy abiertos, piloerección (piel del lomo erizada), levantamiento de labios, gruñidos y el mostrar dientes.
- Eventualmente, se recomienda el uso de elementos físicos como bozales para seguridad de animales y personas.
- Identificar y evitar situaciones o personas que ocasionen estrés. Por ejemplo, niños cerca a los platos de comida, juegos o contactos bruscos con el animal, etc.
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