El nuevo Gobierno recibirá un sistema de salud con varios temas pendientes. El lento avance en la vacunación anticovid-19, la ocupación de camas al límite, la falta de rastreo de casos, el estancamiento de cirugías y trasplantes y el desabastecimiento de medicamentos, entre otros.
El 21 de enero, el Ministerio de Salud Pública (MSP) comenzó el proceso de administración de dosis a grupos prioritarios: trabajadores sanitarios, adultos mayores, policías, militares, personas con discapacidad y enfermedades catastróficas, etc. En medio de eso hubo denuncias por los ‘vacunados VIP’ y por aplicarlas a Fiscalía y Procuraduría.
Cuatro meses han pasado y hasta el martes apenas se han colocado 1,7 millones de primeras y segundas dosis. Corresponde al 8,5% de 20 millones de fórmulas negociadas, con Pfizer, Sinovac, Covax y AstraZeneca, por el régimen actual.
La mayor cantidad se ha destinado a los adultos mayores; el objetivo fue llegar a 1,2 millones, pero solo 520 377 recibieron la primera dosis. Tampoco se ha completado la inmunización de médicos.
Con los 20 millones negociados -no pagados- el plan era inmunizar a 10 millones de ecuatorianos, con lo que se cubriría a gran parte de adultos; sin niños (que aún no deben recibirlas) se llegaría al 85% de la población. Las autoridades mundiales piden llegar al 70% para alcanzar inmunidad colectiva, por lo que eso sería factible.
El problema es que han llegado muy pocas dosis; en papeles la mayoría estará en Ecuador en el segundo semestre del 2021.
Con ese objetivo, el nuevo Gobierno deberá volcarse a una inoculación eficiente y en un lapso corto, opina César Paz y Miño, investigador de la UTE. “Deben asignar los recursos necesarios. Si no se hace seguiremos con la enfermedad por más meses y con más del 4,7% de muertes”.
Daniel Rodríguez, especialista en administración sanitaria, coincide en que el presidente electo, Guillermo Lasso, debe contar con un plan efectivo de vacunación. “Ahora -dice- no existe. Lo único que se hizo es un proceso de colocación de fórmulas”.
El Mandatario electo ha adelantado una estrategia de inmunización; con el apoyo del padrón del CNE y los recintos electores. Mantiene su promesa de vacunar a 9 millones de ciudadanos en los primeros 100 días de su gestión.
La llamada ‘diplomacia de la vacuna’, que ha realizado ha rendido frutos. Por ejemplo, se ha acelerado el acercamiento con el Gobierno ruso a su pedido. Incluso Arcsa ya autorizó la llegada de la Sputnik V. Además habló con China y pidió préstamos de dosis a Chile y EE.UU.
La Unidad de Vacunación, adscrita a la Presidencia, ya está trabajando, a marcha rápida, para cumplir con la oferta de inmunizar a la población.
Al menos en los papeles, se contará con más de 14 millones de fórmulas de las cuatro proveedoras.
La falta de camas para casos graves de covid es otro frente que espera a Ximena Garzón, la nueva ministra. En Pichincha, por ejemplo, se reportó 99% de ocupación en unidades de cuidados intensivos (UCI), al 16.
Para Fernando Cornejo, exviceministro de Salud, mejorar la capacidad hospitalaria es una prioridad. “Queda un sistema de salud disminuido, con ocupación total”. Por ello, espera que incrementen las capacidades en infraestructura y en talento humano.
A este cuadro se suma la falta de fármacos, como sedantes y antibióticos, que se palpa en las unidades médicas a cargo del MSP e IESS.
En el Hospital Carlos Andrade Marín (HCAM) se reportó que 12 fórmulas no están disponibles, entre ellas, remifentanilo y colistina. Sin olvidar aquellas para tratar el cáncer y más males crónicos de los afiliados.
Santiago Salguero, director ejecutivo de la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos, subrayó la importancia de cambiar los procesos de compras públicas de medicamentos. “El Presidente electo debe derogar el Decreto 1033, con el cual se modificaron las condiciones para la adquisición, más en lo relacionado con los proveedores; muchos incumplen”.
Sin medicinas ni camas, no se pueden realizar procedimientos médicos. El número de trasplantes de riñón o de hígado, por ejemplo, ha bajado. El 2020 hubo 66 cirugías; 190 menos de lo registrado el 2019. Entre enero y abril se han dado apenas 10.
Frente a ello, la epidemióloga Andrea Gómez Ayora pide reestructurar el sistema. El primer paso será visibilizar los datos de la pandemia y de otras patologías. “Así se logrará tener una planificación real, basada en las necesidades del país”.
En este periodo de transición, la Ministra designada ha participado en reuniones con académicos de universidades. Han abordado temas relacionados con la investigación y secuenciación, destacó Paz y Miño.