domingo 27/09/2020
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“Muerto el perro, …”
“Muerto el perro, se acabó la rabia”. Si vamos a la raíz de un mal y la sacamos al aire, al viento, a la verdad, el mal se acaba. Un labio de liebre, una nariz de Pinocho son males. Si la cirugía plástica cambia el labio leporino por una sonrisa a lo Cleopatra o la nariz de Pinocho por una a lo David Beckham, esos males se acaban para tales personas con suertes malditas; pero, no para las, además, malditas de pobreza y hambre.