Crema para el cabello, pegamento y desodorante: los trucos para fotografiar comida

Los alimentos también 'se maquillan' para sesiones fotográficas. Foto: Cortesía Marco Andino.

Los alimentos también 'se maquillan' para sesiones fotográficas. Foto: Cortesía Marco Andino.

Los alimentos también 'se maquillan' para sesiones fotográficas. Foto: Cortesía Marco Andino.

“¿Todo vale para llegar a los ojos de los consumidores?”, se pregunta la revista virtual Playground Mag, sobre el maquillaje de alimentos. La respuesta no es tan sencilla como un sí o un no, pues al fotografiarlos intervienen distintos factores como el tiempo, el calor y la humedad que pueden alterar ciertos productos, descomponiendo su aspecto inicial.

Un truco mencionado en el portal de The Guardian ejemplifica este hecho. Al fotografiar leche con cereales para un desayuno se corren algunos riesgos puesto que la leche empieza a cambiar de tonalidad con los cereales y los descompone de su estructura crocante.

Tamara Kauffman explica, en la nota, que utiliza lociones de crema para el cabello con protector solar para dar una mejor consistencia al plato y evitar que se consuma el cereal. Se puede llegar al mismo efecto utilizando grasa alimentaria por su tonalidad blanca y consistencia más sólida.

La revista Playground juega con algunas recomendaciones para la leche, explicando que el pegamento también puede crear tal efecto. Además añade que un elemento clave para la fotografía de bebidas como la cerveza es el jabón líquido o de tubo, puesto que la espuma que genera es más fuerte y por ello permite mantenerse por más tiempo.

Esta propagación de imágenes de comida en el mundo virtual se regó bajo el hashtag #FoodPorn en donde las sutiles imágenes generan más trabajo a las glándulas salivales. Las fotografías de alimentos, cuando se trata de publicidad, crean este mismo efecto, pero para lograrlo de manera consciente intensifican esfuerzos entre fotógrafos y estilistas de comida para crear el alimento deseado.

En Quito, Yolanda López de Food Idea, lleva trabajando durante 26 años como estilista de alimentos. Para ella existen alimentos que por naturaleza no requieren de maquillaje como las manzanas. La cera natural de la fruta les permite brillar sin necesidad de aditivos, solo hace falta frotarlas bien y espolvorear líquido, dice López. Las peras, por otro lado no aportan de la misma manera. En reemplazo, López indica que ha usado hasta acrílicos para dar una forma más completa y brillante a los alimentos.

Foto: Cortesía Yolanda López.

Los cárnicos por su parte pueden utilizar una cocción por fuera que se combina con maquillaje. López indica que se usa colorantes para dar la tonalidad de rostizado, se acompaña de planchas o vaporizadores para que la piel –de las aves- se mantenga apetitosa, aunque por dentro no se haya cocinado. En esto coincide el fotógrafo Marco Andino quien se ha especializado en la fotografía de alimentos.

Para Andino las aves son el alimento más complejo al momento de fotografiar. Las suele dorar brevemente para evitar que la piel se encoja y trabajar con anilinas para dar la tonalidad deseada, puesto que tienen distintos matices al cocinarse.

Foto: Cortesía Marco Andino.

Cuando se trata de fotografiar helados se trabaja de una manera singular para evitar que se derritan. Andino cuenta que se pueden reemplazar con puré de papas y colorantes, “te da la textura y las grietas del helado” y permite trabajar bajo el intenso calor de las luces de los fotógrafos sin que se derritan.

The Guardian deja también algunas ideas que puede utilizar cualquier fotógrafo amateur para hacer más apetitosa la bebida que sube a sus redes. En el caso de los líquidos lo importante es que transmitan una sensación de frescura, esto se da a través de la supuesta sudoración de los vasos por la bebida helada.

Para ello especialistas recomiendan el uso de desdorante en spray. Al rociarlo alrededor del vaso genera las gotas de calor que a cualquiera le generan sed. También se logra el efecto con un poco de glicerina espolvoreada, también en spray.

Ambos entrevistados consisten en que el ‘boom’ de la fotografía de alimentos y platillos elaborados en las redes ha creado una demanda distinta en su trabajo. Aunque continúan maquillando comida, Andino indica que muchos clientes ya no solo consideran al alimento “soñado” sino que buscan que la imagen sea provocativa pero realista.

Para López, el catálogo de imágenes que se encuentran en la Web muestra que tanto chefs como cocineros amateurs empiezan a desarrollar habilidades para entregar presentaciones especiales en los platos que generen más emociones en paladar.

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