México deleita paladares peruanos con tacos y mole

México cuenta con el pabellón más grande en la feria gastronómica Mistura. Allí exhibe distintos platos de su gastronomía. Foto: EFE.

México cuenta con el pabellón más grande en la feria gastronómica Mistura. Allí exhibe distintos platos de su gastronomía. Foto: EFE.

Los tacos y el mole, entre otras preparaciones tradicionales de México, deleitan esta semana a los visitantes de la novena edición de la feria peruana de gastronomìa Mistura. Foto: EFE.

Los tacos y el mole, entre otras preparaciones tradicionales de México, deleitan esta semana a los visitantes de la novena edición de la feria peruana de gastronomía Mistura, la mayor de su tipo en Latinoamérica, al demostrar que en la cocina mexicana hay mucho por saborear más allá del picante.

Dentro de un pabellón que simula la pirámide Kukulkán de Chichén Itzá, un grupo de cocineros mexicanos dirige tres puestos de comida donde se agolpan numerosos peruanos curiosos de probar propuestas diferentes a los ya tradicionales ceviches, anticuchos y cerdos asados, estrellas indiscutibles en cada edición de Mistura.

La responsabilidad no es menor, pues este es el primer año que en Mistura se venden platos de países extranjeros y nunca antes un país foráneo había tenido un espacio tan grande para promocionar su propia gastronomía como México, principal invitado en esta edición del certamen.

Al ingresar a esa pirámide de sabores mexicanos, los visitantes se topan con los tacos de El Diablito, un proyecto del chef mexicano Emilio Macías, quien explicó a EFE que su intención es "traer a Perú los sabores y la inspiración mexicana utilizando los maravillosos productos locales", como el maíz de Cuzco y Ayacucho.

El primer taco, llamado El pastor, lleva carne de cerdo adobada y asada, acompañada de piña caramelizada y brotes herbales, con diferentes toques de cilantro y perejil, mientras que el segundo taco, bautizado como El campechano, está hecho con chorizo mexicano, aguacate, chicharrón y un poco de salsa.

México cuenta con el pabellón más grande en la feria gastronómica Mistura. Allí exhibe distintos platos de su gastronomía. Foto: EFE.

"Los mexicanos y los peruanos comemos muy parecido, pero ahora están descubriendo los verdaderos tacos. Los míos no son los del DF, pero intento que huelan a México", dijo Macías, residente en Perú desde hace siete años.

"A veces a la cocina mexicana se la relaciona mucho con la Tex-mex, donde el taco es grande y lleva frijoles, queso amarillo derretido súper feo, mucho comino y un picadillo de chile con carne, pero en México un taco es una tortilla recién hecha a la que le puedes meter carne, un guiso o lo que desees", añadió Macías.

Tras degustar las preparaciones de Macías, el joven peruano Paul Gabino, visitante de Mistura, contó que era la primera vez que comía tacos, a los que calificó de "deliciosos, por su sabor agradable y muy distinto" a la sazón de la comida peruana.

"La consistencia del pan es diferente y deja que se note la carne y las hierbas. Los chiles tienen un sabor distinto a los ajís que acostumbramos a comer aquí", añadió.

El Estado de Puebla también ofrece tacos de carne enchilada, pero su producto más solicitado es su mole, hecho al mezclar al menos cinco variedades de chiles deshidratados y ahumados con especias y chocolate, "lo que le da un toque muy característico", dijo el cocinero Carlos Ramírez.

"La mezcla del picante con el chocolate es toda una experiencia para el paladar. Existe la idea de que la cocina mexicana es todo picante, pero la verdad es que ese no es el ingrediente principal de nuestros platos, sino que lo utilizamos como desazonador", añadió.

Otra propuesta de Puebla son las chanclas, un pan relleno con aguacate, entre otros ingredientes, porque "la gastronomía mexicana, al igual que la peruana, es muy variada y diversa, y no solo son tacos, guacamole y nachos", recordó.

En el pabellón de México, las personas hacen largas filas para probar la gastronomía del país. Foto: EFE.

El cocinero poblano indicó que también adaptaron sus elaboraciones a los productos locales y que utilizaron rocoto peruano en lugar de chiles para dar los toques picantes a sus platos.

Desde el Estado de Guerrero también está presente la experta cocinera Susana Palazuelos y su hijo Eduardo Palazuelos, quienes ofrecen a los visitantes el pozole, una sopa hecha a base de maíz y carne de cerdo.

Entre bocado y bocado, los peruanos que aguardan largas colas para hacerse con un plato de la pirámide mexicana saborean así las esencias gastronómicas de una tradición culinaria tan milenaria y antigua como la de Perú.

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