El hornado de Sangolquí es uno de los platos con los que se identifica a Independiente del Valle en las barras. Foto: Paola Gavilanes/ SABORES.
Cuando una persona escucha la palabra Sangolquí enseguida la relaciona con el delicioso hornado y, claro, con Independiente del Valle, el equipo que está a un paso de ganar la Copa Libertadores y de entrar en la historia de los grandes de la región.
¿Pero qué tiene este tradicional platillo del Valle de Los Chillos que lo vuelve tan especial? Consuelo Zambrano, hija de Doña Aida, quien prepara ese producto desde más de tres décadas, dice que el agrio-dulce es el ingrediente que vuelve único a ese hornado.
¿Agrio-dulce? Así como lo escuchó. El agrio que le ponen a ese hornado tiene un toque dulce, totalmente diferente del que acompaña al hornado pastuzo, originario del norte del país. Ese es salado y su agrio podría pasar tranquilamente como el aderezo de una ensalada.
Doña Aida ha vendido el platillo típico por más de tres décadas. Foto: Paola Gavilanes/ SABORES.
La preparación del agrio-dulce es relativamente sencilla: panela o azúcar morena, jugo de limón o mandarina, cebolla, tomate, cilantro. Pero como su preparación no requiere de mucha ciencia, Consuelo añade que el hornado de Sangolquí es apetecido porque lo preparan con mucho cariño. “Cada persona le da un toque especial con el uso de determinados ingredientes”.
Es por eso seguramente que cientos de personas visitan Sangolquí, sobre todo los fines de semana, para degustar de este platillo. Y su sabor es tan único que, incluso, ya está en el imaginario de los ecuatorianos gracias a una de las barras de equipo rayado: “Agrio, tortillas y hornado, mi equipo es un tornado”.
Pero hay más. Al hornado tradicional que se vende en el mercado de Sangolquí y a lo largo de la avenida General Enríquez se lo cocina en horno de leña. De acuerdo con Zambrano, su preparación toma tres días: desde la faena hasta la cocción. Dentro del horno pasa entre tres y cuatro horas. Después se elaboran las tortillas y el mote. Algunas personas complementan el plato con rodajas de aguacate.
Un plato de hornado en el mercado, con espacio para cerca de 20 comerciantes de ese platillo, cuesta entre USD 3 y 3,50. El precio aumenta cuando el comensal añade porciones extras de tortillas, cuero reventado, mote.
Ese precio es accesible, según Roberto Núñez, quien el pasado martes 19 de julio disfrutó del exquisito sabor de este tradicional platillo. Por cuestiones de trabajo viajó desde Calderón hasta Sangolquí y ya en la ciudad del hornado no podía dejar de probarlo.
Núñez, además de recibir un plato contundente, tuvo también las atenciones de Doña Aida, pues los lunes y martes la gente llega de a poco, mientras que el fin de semana las personas hacen fila para comprar. Doña Aida atrae a los comensales con esta frase: “venga y disfrute del chanchito bailarín”.