En el restaurante La Tejedora Manabita se preparan platos tradicionales de este provincia. Foto: Diego Pallero/Sabores
Cazuelas, viches, guisado de gallina criolla, ceviches, verde… y la lista puede continuar. Todos estos platos forman parte de la cultura manabita a través de la gastronomía. El verde, la leña y las hojas de verde son los ingredientes principales cuando se trata de la comida manaba del monte. Los mariscos componen parte del recetario de los manabas que viven cerca del mar.
En Quito los restaurantes de comida manabita promueven esta cultura a través de platillos emblema a veces un tanto desconocidos y otros populares. La Tejedora Manabita, por ejemplo, trae los platillos del monte como la tonga: un guisado que se compone de gallina criolla (o de carne) que lleva arroz, maduros fritos y salsa de maní envuelto en hoja de plátano verde. Así mismo, ofrecen bebidas como el quemado (licor macerado por nueve meses) o la carne punzada (carne de cerdo aliñada con especias).
Para probar ceviches manabas hay una opción popular conocida en la capital como El Gato. La cevichería -cuyo nombre oficial es El Tigre de Portoviejo– ofrece 93 opciones de platos doblados en 300 opciones, así describe su menú el propietario, Freddy Tutiven Macías.
La variedad de ceviches corresponden a las ciudades como Portoviejo en donde los ingredientes llegan a la mesa para que se sirva el comensal a su gusto, también está el ceviche El Gato que no lleva colorante, o el ceviche ‘cholo’ que Macías explica que es tradicional de manta sin colorante pero con tomate y pepino, que le da un sabor ácido.
Otra opción es el ceviche tradicional con cebolla, cilantro, tomate y aceite. “A ese le aumentamos maní y aguacate y se llama Jipijapa”, dice Macías para recalcar las diferentes opciones. Además de estos platillos desde 1996 se expende el plato emblema conocido como ‘Viagra’que es un estofado de mariscos.
En El Rincón Manabita el plato emblema es el viche de pescado. Para Ángela Loor, oriunda de Manabí y propietaria del restaurante, este plato es insignia porque con esa receta se dio vida al restaurante. Además de tener un menú lleno de platillos locales como los bolones o el tigrillo, Loor resalta que no solo la comida es montuvia sino que todos sus empleados son manabitas.
Por otro lado el restaurante El Antojo Manabita se ha dado a conocer por sus platillos inspirados en la provincia con toques modernos. Así el bistec de mariscos lleva camarón, concha, mejillones y pescado; mientras que la corvina a lo macho se cocina al pescado al jugo en leche con maní. En el Zavalita se han dado a conocer los cebiches por su calidad y frescura.
La cocina manaba se extiende por toda la ciudad con opciones que se ajustan a todos los comensales. En su mayoría los ingredientes tradicionales se traen desde Manabí, Macías viaja cada semana para traer los productos, mientras que Sonia Vera, gerente general de la Tejedora Manabita trabaja con productores nativos. La idea es ofrecer productos frescos que hoy más que nunca ayudan a reactivar las actividades económicas de los manabitas.