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Queremos conocer más sobre la participación de Uribe Schwarzkopf en el IV Congreso Internacional Smart City Ecuador 2021. ¿Cómo la arquitectura entra en la lógica de la ciudad inteligente?
Una de las conclusiones del último Encuentro Hábitat en Quito fue que las ciudades tienen que crecer en altura, para tratar de no ocupar áreas verdes y terrenos agrícolas. Se deben concentrar los servicios y así evitar el uso de automóviles. Eso hemos tratado de hacer en estos años al traer arquitectos de renombre mundial como Jean Nouvel, Bernardo Fort Brescia, Bjarke Ingels, Carlos Zapata, Moshe Safdie —quien fue decano de arquitectura de Harvard durante 18 años— Tatiana Bilbao y arquitectos locales como Muller Diez y Christian Wiese, entre muchos otros arquitectos que forman parte de Uribe Schwarzkopf.
Coincidimos en la idea que hay que concentrar los servicios en las ciudades. Cuando se inaugure el metro de Quito, todas las estaciones deben convertirse en centralidades importantes. Si se logra la afluencia masiva al metro, reduciremos en un porcentaje enorme la contaminación y el uso de automóviles. Se debe trata de que la persona salga de su casa y al lado encuentre una estación del metro. De igual manera, que llegue a su trabajo y tenga cerca el metro. Para ello, hay que zonificar cada estación del metro como una centralidad. Y también llevar la idea de centralidad a las zonas donde está creciendo Quito, especialmente en el valle de los Chillos y valle de Cumbayá y Tumbaco, que dejaron de ser rurales y ahora son centralidades de la capital.
El tema es que, al crear estas centralidades, también dispongan de servicios para que las personas no tengan que ocupar el auto y caminen más. Esto va de la mano de crear más áreas verdes y parques públicos.
¿Cómo funciona esta lógica de las centralidades en sus proyectos?
Por ejemplo, nosotros hemos completados tres proyectos en la avenida Naciones Unidas (One, Metropolitan y Unique) que tendrán una estación del tren subterráneo a menos de 200 metros. Y estamos completando un cuarto proyecto en la República del Salvador (Qanvas) y el Epiq cerca de la Carolina. Todos ellos tienen centros comerciales y estaciones del metro cerca, lo que hará que se reduzca el uso de los vehículos.
Pero, además, se requiere de la intervención municipal para fomentar el uso de autos eléctricos, a través de incentivos y beneficios.
Con el nuevo aeropuerto de Quito, se esperaba que la ciudad creciera más en altura. Pero con la pandemia, muchas personas han buscado viviendas con espacios verdes. ¿Por qué se da este fenómeno?
Lo que vivimos en la pandemia nos enseñó que cuando uno adquiere un bien entra en una comunidad y esa es la idea que tienen los arquitectos que trabajan con nosotros, como Tatiana Bilbao, arquitecta del proyecto Botániqo. En la pandemia, quienes vivieron en espacios con grandes áreas comunales verdes, sufrieron menos. La persona busca hoy que la vivienda le brinde un área comunal donde pueda caminar, hacer ejercicio y convivir con otras familias, y no estar aislada.
¿Cómo Quito debería proyectarse para ser una ‘smart city’?
Tiene que cambiarse el esquema del Municipio de Quito. La ciudad tiene varias centralidades y es imposible que un solo alcalde y un grupo de concejales abarquen toda la urbe que se extiende por más de 60 kilómetros de norte a sur y otros 20 kilómetros de oriente a occidente. Quito debería tener un alcalde mayor y cada centralidad debería tener un alcalde menor con tres concejales que sean de esa zona y se preocupen por las necesidades del sitio donde están como sucede en Santiago de Chile o Miami. De otra manera, es imposible poder manejar a Quito. Tenemos el problema de la basura, el alcantarillado, el problema del Metro, que no se sabe cuándo funcionará. Para eso, se necesita un municipio organizado.
“Cuando se inaugure el metro de Quito, todas las estaciones deben convertirse en centralidades importantes. Si se logra la afluencia masiva al metro, reduciremos en un porcentaje enorme la contaminación y el uso de automóviles.”