Tras la noticia del
plagio, las vigilias
se armaron en
el país. En Quito
ya son 48. Hoy,
en el ECU-911, se
hará un plantón
para recordar que
los familiares se
enteraron allí.
¡Nos faltan tres, que vuelvan ya! Con velas en las manos y ese grito de angustia, el 27 de marzo se realizó la primera vigilia a los pies del Palacio de Carondelet. ¡Los queremos vivos!, gritaban, entre lágrimas, miedo, ira y desconcierto. La primera
vigilia se armó en un chat de periodistas de varios medios ese martes, cuando el país despertó con la noticia del secuestro de Paúl, Javier y Efraín. A la primera y a las 47 que siguieron, asistieron sus familiares, amigos y colegas. Ellos
las han sostenido, primero a diario por un mes, luego cada semana y después el 26 de cada mes. Pero hubo otra gente que, aún sin conocerlos, se solidarizó con quienes reclamaban por la vida de Javi, Segarrita y Rivitas, como los llamaban
con cariño sus allegados.
Helen Peñaherrera se unió por primera vez a la vigilia del 10 de abril, en la av. NN.UU. Pocas veces ha faltado. Para ella es un compromiso. “Fue algo espantoso. No es digno de los seres humanos no ser solidarios. Debemos cuidarnos y valorar cada vida”,
dice. Ella seguirá acompañando la causa por verdad y justicia.
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Allí se encuentra seguido con Amanda Lara, de 10 años, quien grita fuerte ¡Nadie se cansa! Así desahoga la tristeza y la ira por lo ocurrido. Le gusta oír la voz y la guitarra de Sebastián Naranjo, quien cree que Los Dinosaurios, de Charly García, y El
amor es más fuerte, de Fernando Barrientos, son de los temas que mejor cuentan la impotencia que se siente en las vigilias. La conmoción por el asesinato se replicó en todo el país. Hubo vigilias, marchas, misas en Santo Domingo, Esmeraldas,
Sucumbíos, Riobamba, Tulcán, Loja. En Guayaquil, hoy a las 17:00, quienes varias veces pidieron por la vida de las tres el año pasado, se reencontrarán en el plantón Nadie se cansa, nadie se olvida, en la Plaza Vicente Rocafuerte, junto
a la Iglesia San Francisco.
En Cuenca, la Unión Nacional de Periodistas convocó a cinco marchas y plantones, en el parque Calderón. En uno de ellos colocaron 200 faroles de la Curia en la calle Bolívar. Ximena Cordero, presidenta del gremio, recuerda que eso sensibilizó a los transeúntes
sobre la situación. Muchos decidieron quedarse a gritar.
No los conocieron. Pero, Jenny Proaño y Carlos Jiménez, periodistas del Carchi, sintieron el dolor del secuestro como propio. Y armaron una marcha binacional con periodistas de Ecuador y Colombia hasta el puente de Rumichaca y una misa, a cargo de los
obispos de Tulcán e Ipiales, el 20 de abril. Antes hubo otras manifestaciones en ambos sitios. Así nació la Asociación de Comunicadores del Carchi.