La economía de Galápagos tiene como columna vertebral al turismo, que cada vez se enfoca más en el desarrollo sustentable. Las áreas protegidas representan el 97,4% de su territorio y en el resto, 24 000 hectáreas, se desempeñan la actividad agropecuaria e industrial y crece la vivienda.
El archipiélago fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1978 por la Unesco. Sus principales pilares, según datos del Banco Central del Ecuador, son las actividades profesionales e inmobiliarias; transporte, información y comunicación; alojamiento, comida, comercio y otras.
Andrés Ordóñez, director de la Cámara de Turismo, resaltó que la actividad económica de las ‘Islas Encantadas’ está relacionada con el ecoturismo. Se han puesto en práctica acciones como la prohibición de plásticos de un solo uso (sorbetes) desde mayo pasado.
El cantón Santa Cruz es el motor económico. Justamente recibió el galardón de segundo destino turístico otorgado por Green Destinations, organización parte de la Red Global de Turismo Sostenible y premia los esfuerzos por desarrollar un turismo ecológico.
De acuerdo con Ordóñez, la fuerza trabajadora está en las personas naturales que no tienen una relación directa con
algún empleador, como los propietarios de restaurantes pequeños, más de 700 guías, taxistas, entre otros.
Según la ‘Súper’ de Compañías, 272 empresas están registradas en las islas. Solo dos son grandes y las demás medianas, pequeñas y micro. Las 20 principales están ligadas con la operación turística, oferta de paquetes, transporte marítimo y cabotaje de pasajeros, vuelos panorámicos, cruceros, taxis acuáticos. En el 2017 generaron ventas por USD 149,3 millones. Ética lidera el ranking con 58,1 millones en ingresos. Galápagos es la única provincia bajo un régimen especial. Las autoridades impulsan la sustentabilidad (ver puntos de vista).