Después del caos y desorganización que ha tenido el reciente proceso electoral, una de las gratas y positivas sorpresas ha sido el surgimiento de una nueva figura política en el país: Xavier Hervas.
Hasta hace pocos meses la Izquierda Democrática era un partido que iba en franco camino a su desaparición. Tras el revés que tuvieron en las elecciones nacionales del 2017 y las seccionales del 2019, el surgimiento de una figura joven como Hervas ha permitido reflotar nuevamente al partido e incluso renovar la política en el Ecuador.
Según los últimos resultados del CNE, Xavier Hervas obtuvo el cuarto puesto, con el 15,98%. A más de ello, la fuerza y arrastre de su candidatura permitió a la Izquierda Democrática alcanzar cerca de 15 escaños en la próxima Asamblea Nacional.
Hasta diciembre de 2020 y enero de este año, el candidato de la ID era uno más dentro del montón. Se perdía en medio de las 16 candidaturas a la presidencia de la República. Al menos eso es lo que se puede apreciar cuando se observan los resultados de las encuestas. Sin embargo, su participación en los debates presidenciales televisados, así como la campaña en redes sociales, permitió que muchos ecuatorianos lo conozcan. Sobre todo los jóvenes.
Es preciso mencionar que, como nunca antes, el nivel de rechazo a los partidos y a los políticos tradicionales ha sido alto en el país. Posiblemente esta es la razón por la cual el porcentaje de indecisión, a pocos días de las elecciones, haya sido de hasta el 60%.
Hay una severa crisis de representación en Ecuador y América Latina. Esto se manifiesta de diferentes maneras: los factores ideológicos tienen menor peso en el electorado, las organizaciones políticas atraviesan por una pérdida progresiva de identidad, hay una mayor relevancia de los vínculos emocionales sobre los programáticos, existe un aumento de la fragmentación política y de la volatilidad electoral, así como un afianzamiento de candidatos ajenos a la dinámica partidista.
En este contexto, aparece la figura de Hervas: empresario con visión social. Distante en su imagen y en su discurso de la dinámica partidista, en sus intervenciones logró concitar el interés de los jóvenes, quienes, desalentados de la política, se sintieron representados.
Ya se habla de que sería el relevo del expresidente Rodrigo Borja. Menuda responsabilidad que ahora recae sobre Hervas. Para ello necesitará empeñarse mucho más. El desafío no solo radica en generar adhesiones y apoyo sino en ir dando forma a su carrera política como estadista y político que pone como prioridad los intereses del Estado y las necesidades de los ciudadanos.
El llamado que ha hecho en días pasados a los candidatos Guillermo Lasso y Yaku Pérez a dejar de lado sus intereses y a buscar un pacto por el Ecuador, así como no tranzar con el correísmo, es un paso positivo que debe reconocerse. El país necesita renovarse. Hervas comienza a ocupar un espacio relevante en ese reto.
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