Hay informaciones cruzadas referentes a las refinerías; si se requiere una nueva; que repotenciar Esmeraldas. Habrá que ver si bajo la doctrina constitucional que entusiasma a muchos, la decisión compete al gobierno nacional o si se requiere consulta popular en Esmeraldas.
Al presente:
-Tenemos tres refinerías que no alcanzan a cubrir los requerimientos de combustibles del país, ni en cantidad ni en calidad;
-El gobierno anterior invirtió más de USD 5 mil millones en refinerías y terminales, y lo que queda de ello es: la refinería de Esmeraldas, con algunas piezas cambiadas, pero no adaptada al crudo más pesado que producimos ahora; una planta de gas en Bajo Alto, El Oro, que está colapsando; un terminal de gas en Monteverde, Guayas, que atiende un sólo tanquero que va y viene de Houston, y un lote con servicios en Los Aromos, Manabí.
-La infraestructura petrolera requiere de urgencia esas obras, pero los USD 5 mil millones fueron parte mal gastados, parte malversados, y el fisco quedó endeudado.
-La estrategia del gobierno, ahora que carece de dinero para invertir y que las empresas públicas no tienen balances y son oficinas de empleo, es entregar sus activos a empresas privadas para que los mejoren, operen, y lucren de ello, a cambio de un pago al fisco y liberarlo de cargar con empresas ineficientes. Mediante la figura de Alianza Pública Privada, lograr que el capital privado invierta en las obras en que el Estado ya no puede invertir.
Ante eso, corresponde que en lo que respecta a la refinación y comercialización, ver si hay interesados en invertir y operar:
-En la refinería de Esmeraldas para que refine eficientemente el crudo más pesado, monte una planta para extraer el azufre, y produzca combustibles de calidad;
-Una nueva refinería, bien sea en Los Aromos, Monteverde, o Esmeraldas;
-La planta de Monteverde, para sacarle más beneficio a esas instalaciones;
-La planta en Bajo Alto, para rescatarla y suministrar gas al Austro.
Habrá interesados para todos. El principal obstáculo será el de la burocracia que buscará torpedear las iniciativas de las autoridades. Lo de Bajo Alto puede concretarse este año.
De las declaraciones oficiales, se desprende que el modelo sería que las refinerías podrían exportar su producción, pero el Estado tendría la prioridad de compra. Se entiende que Petroecuador suministraría el crudo al precio de exportación. Eso incluso transparentaría el subsidio a los combustibles. Es lo sensato. Mientras, hay que ir preparando el terreno para que la distribución de combustibles quede en manos privadas, que incluso puedan importar. Que el Estado venda todo su crudo a precio internacional, que se vayan desmantelando subsidios a los combustibles, y reduzca la burocracia en Petroecuador.