El medallero olímpico informó que ayer -sábado 4 de agosto del 2012, a las 8 am., cuando escribíamos esta nota- se registraba un empate 42-42 entre los Estados Unidos de América y la República Popular China sumando las preseas de oro, plata y bronce. USA (Unites States of America) lograba a esas alturas una mínima ventaja en medallas de oro (21 por 20). Mientras tanto, decenas de medios de comunicación destacaban que en el transcurso de esta trigésima olimpiada de la Era Moderna, en Londres, se desarrolla una fantástica “guerra” -felizmente deportiva- entre esas dos potencias, las mayores de la época, y nadie se atreve a pronosticar el resultado final. Ambos países dicen que quieren triunfar limpiamente y sus entrenadores ponen especial atención en las confrontaciones entre los dos rivales. Desde la tumba del barón Pierre de Coubertín -francés, pionero de las olimpiadas modernas- llega un mensaje: “lo primordial en el deporte no es vencer sino competir”. En las canchas y en las pistas londinenses brillan los letreros: citius, altius, fortius. Más grande, más alto, más fuerte. Los 10.500 deportistas de 204 países -40% mujeres- se han preparado para triunfar.
Los Estados Unidos son protagonistas desde 1896, cuando en Atenas se reiniciaron los Juegos Olímpicos que antes habían contribuido al brillo de la vieja Grecia y de manera especial de la ciudad de Olimpia. Tan solo 13 países y 241 deportistas -todos hombres- compitieron en la reapertura y luego funcionó una historia singular, en la que se mezclaron, con el deporte, lamentabemente, los episodios políticos y aun los belicistas. El choque entre Estados Unidos y la Unión Soviética dominó una etapa hasta la disolución de la potencia roja. El enfrentamiento actual tiene la característica de que los estadounidenses y chinos discrepan también radicalmente en su color pero mantienen relaciones normales y comparten millonarios. China prepara a sus deportistas en escuelas deportivas mantenidas por el Estado y USA los entrena en sus colegios y universidades. Los chinos populares -que tomaron el poder en 1950- ingresaron oficialmente a los Juegos Olìmpicos en las últimas décadas y en el año 2008 no solo fueron la sede sino que superaron ampliamente en los resultados a sus rivales, incluidos los estadounidenses. El evento de hoy se realiza en cancha neutral, lo cual aumenta el interés.
Estados Unidos tiene sus grandes figuras, como el ultracampeón olímpico y figura de las piscinas Michael Phelps, numerosos astros y los magos de la NBA; China sorprende con las marcas de una joven de 16 años, Ye Shiwen, quien cruza las piscinas con más velocidad que los hombres, con sus brillantes gimnastas y con un gran elenco de centenares de ases.
Lo primordial es competir, monsieur Coubertín, pero es muy lindo triunfar, según se advierte al final de cada prueba.