Voto nulo e historias funestas

En la Región Andina, los descendientes de los vencidos en la conquista han resistido, han aguantado, siempre a la espera de hechos portentosos que los redimiera de la servidumbre en la que habían caído. Surge así la “Ideología mesiánica del mundo andino”, tan bien estudiada por los peruanos Ortiz Rescanieri y Flores Ochoa.

Cuando en nuestro país un grupo de indios, mestizos y blancos fundaron Pachakutik, una agrupación política, debió animarlos la leyenda de Pachakutek, el Inca que en su agonía prometió volver. Con él concluiría la resistencia, su pueblo pasaría a la acción. En el Perú, con Sendero Luminoso se inició la movilización de final desastroso. Algo de aquel mesianismo tiene la figura de Evo Morales en Bolivia con la particularidad que el éxito alcanzado se le debe a quien fue su vicepresidente, Álvaro García Linera, planificador y economista ilustrado, de pensamiento moderno. En nuestro país es a partir de mediados del siglo pasado, con la Reforma Agraria, cuando indios y mestizos aindiados rompen ‘El Mito de la Escuela’, por el cual los vencidos se resistían a recibir una educación que la entendían como un elemento de dominación. Fue como romper un dique que los mantenía arrinconados. Pasaron a la acción, se movilizaron. Ríos de hijos de campesinos ingresaron a escuelas, de ahí a colegios y universidades. Cada vez fue mayor número los estudiantes de apellidos quichuas o puruhaes, que tuve como profesor de la Universidad Central. Desde luego que aún quedan pequeñas comunidades de campesinos en las peores condiciones socio-económicas que uno pueda imaginar: son los últimos ‘resistentes’.

Cuanto antecede me lleva a manifestar mi total inconformidad con los dirigentes de Pachakutik y la Conaie: han resuelto recurrir al voto nulo como respuesta de rechazo a cómo se han llevado las actuales elecciones, incluida la derrota de Yaku Pérez. Debo advertir, eso sí, que con los votos que la Conaie le negó a Yaku Pérez, la diferencia entre este y Guillermo Lasso hubiera sido contundente.
Una vez que de acuerdo con la legislación vigente si los votos nulos superan a los válidos se anulan las elecciones y se procede a una nueva convocatoria, me temo que de números los dirigentes de Pachakutik y la Conaie están en las nubes. Los votos nulos serán de nulidad absoluta.

No servirán para nada, si bien es cierto que Yaku Pérez tendría cuatro años para prepararse y así superar visiones comarcadas, como las que en estas elecciones ha abanderado. Así pasaría de resistente a hombre de acción.

Es menester que en estas elecciones todos se pronuncien por uno de los dos finalistas. Es tan crítica la situación de nuestro país, que no caben los votos nulos. Si así proceden, la Izquierda Democrática y Pachakutik tendrán futuro y más, si llegan al convencimiento que la unión hace la fuerza.

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