Arturo Moscoso
Previamente a la caída del muro de Berlín y a la reunificación de Alemania, en la República Democrática Alemana (RDA), gobernaba la “Dictadura del Proletariado”, un régimen comunista autocrático al mando férreo de Erick Honecker y bajo el manto de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Como toda autocracia que se precie, la RDA tenía su policía secreta y órgano de represión, el Ministerio de la Seguridad Interior, conocido como STASI, que vigilaba, perseguía, encarcelaba y ejecutaba a ciudadanos alemanes a los que considerará “enemigos del Estado”.
Cuando la STASI te ponía el ojo encima, tu vida privada desaparecía. Christiane Mlynski, ciudadana alemana en la mira de la STASI en esa época, decía en El País: “Significaba que te encontrabas sometido a lo que llamaban primer nivel de observación, la permanente. Era una sensación constante que te volvía insegura”. Más 70.000 personas fueron asesinadas y cerca de 250.000 fueron encarceladas por la STASI.
En la película “La Vida de los Otros” un agente de la STASI vigila a Georg Dreyman, fiel al régimen de la RDA, pero incómodo para a uno de sus funcionarios. Todos los aspectos de la vida de Dreyman son conocidos por la STASI, lo que le genera problemas de conciencia al agente. No vamos a contar aquí la trama, pero fue gracias al rescate de la documentación de la STASI luego de la reunificación que Dreyman se enteró que fue vigilado y cómo su vida fue salvada.
Y es que cuando la RDA se desmoronó, la intención del canciller Kohl era destruir los archivos de la STASI para no “enturbiar” la reunificación, pero los ciudadanos de la RDA se opusieron. “Para muchas personas que fueron encarceladas, cuyas carreras fueron aniquiladas, ése era el único camino para entender lo que había sucedido con su vida” señalaba Marianne Birthler, ex Comisionada Federal para los Archivos de la STASI. Así fue como se desclasificó un archivo de 6.000.000 de fichas sobre personas vigiladas.
Cuando Mlyniki conoció su expediente pudo entender finalmente cómo y hasta qué rincones de su vida se había colado el gobierno de la RDA. Cuando en La Vida de los Otros Dreyman lee su ficha, se explica muchas cosas de su pasado.
En Ecuador, el gobierno de Correa, también como todo autoritarismo que se precie, dispuso la creación de un organismo de seguridad, la SENAIN, cuyo fin era vigilar a los ciudadanos, sobre todo a los críticos con el gobierno.
El presidente Moreno ha dispuesto su cierre, pero previo a eso, tenemos derecho a conocer que información obtuvieron de nosotros, cómo se utilizó; y, de ser el caso, que se determinen las responsabilidades que correspondan contra sus personeros e ideólogos.
En una visita al archivo de la STASI Angela Merkel decía “no debe perderse, en el recuerdo, los alcances que puede llegar a tener una dictadura”.