Definitivamente, el 1.054 no es el nuevo 883. Pocas veces el número de un decreto presidencial fue tan famoso como el 883, aquel que liberalizaba el precio de los combustibles, duplicando el de la gasolina y triplicando el del diesel. También tuvo su cuarto de hora de fama el 894, aquel que derogaba esa liberalización.
Hoy, el nuevo sistema de fijación de precios de combustibles se encuentra en el decreto 1.054, pero lo que dice es muy distinto a lo que decía el 883, porque ahora el precio de la gasolina extra y del diesel se fija con una fórmula que tiene un piso pero que, en la práctica, no tiene un techo, porque, si bien el aumento del precio puede ser de máximo 5% mensual, no hay un límite en el número de meses que puede subir.
En realidad, el decreto tiene dos fórmulas, una para cuando el precio del petróleo crece (entendido como un aumento del Crudo Oriente ecuatoriano y del WTI norteamericano) y otra para cuando cae.
Cuando el precio del petróleo sube, los combustibles subirán en el porcentaje de crecimiento del precio del crudo o en 5%, lo que sea más bajo. En otras palabras, si el petróleo sube en 1%, los combustibles subirán 1%; si el petróleo se dispara en 20%, los combustibles subirán ese máximo de 5% ya señalado.
Pero el mes siguiente podrán subir otro 5% y el subsiguiente también, hasta que se eleven lo mismo que el petróleo. Eso significa que, en caso de un disparo del precio del petróleo, podría haber un par de meses en que se subsidie a los combustibles, pero eso desaparecerá relativamente rápido.
Por otro lado, si algún rato al precio del petróleo se le ocurre bajar, los combustibles también bajarán, pero nunca caerán más del 5% mensual. En otras palabras, si el precio del barril baja en 1%, los combustibles se reducirán en 1%. Pero si el crudo se desploma en 20%, los combustibles sólo bajarán ese 5%.
Eso significa que, luego de un desplome del precio del crudo, podría haber un par de meses en los que los combustibles en el Ecuador estén por encima de su costo, pero eso se debería corregir en pocos meses.
Y el piso siempre serán los precios actuales de USD 1,75 para la gasolina extra y de USD 1 para el diesel. De ahí no se puede bajar más.
Por cierto, ese precio del diesel está subsidiado, de manera que si las fórmulas se aplican a rajatabla, debería subir al 5% mensual por algún tiempo, incluso bajo el supuesto de que el precio del petróleo se mantenga estable.
Si el Crudo Oriente y el WTI se mantuvieran inmóviles y si no cambiaran los costos de producción de derivados, deberíamos ver aumentos de 5% en el diesel durante los próximos 11 meses hasta llegar a un precio sin subsidio. Claro que habría que ver si hay la voluntad política para aplicar las fórmulas a rajatabla.