Esta es la traducción del título del libro escrito en inglés por los economistas Carmen M. Reinhart y Kenneth S. Rogoff, en donde hacen un análisis de ochocientos años de crisis financieras. El libro analiza la historia cuantitativa de las crisis financieras en sus diferentes ropajes.
El mensaje de la investigación es, que en cada crisis, sin importar la fecha de ocurrencia, queda en evidencia que se ha estado antes ahí.
En el análisis cuantitativo que realizan los autores salen a la superficie con toda claridad las similitudes en las experiencias vividas por diferentes países a través de la historia.
Las crisis financieras no son un fenómeno nuevo, han estado presentes desde el desarrollo de las monedas y de los mercados financieros.
Se mencionan las respuestas a las crisis que daban los reinos bajando el contenido de oro o plata de las monedas en circulación, para financiar los desequilibrios presupuestarios ocasionados por las guerras.
Pero las crisis no han quedado para la historia, sino que han sobrevivido al paso del tiempo y continúan estando presentes hasta nuestros días. El libro hace énfasis en dos tipos de crisis: las crisis de las deudas y las bancarias.
El primer tipo de crisis ha afectado a las economías hoy consideradas como desarrolladas, y continúan afectando a las economías emergentes. En cambio, las crisis bancarias siguen siendo un problema recurrente en todo el mundo sin importar el grado de desarrollo de un país.
El análisis histórico cubre a sesenta y seis países de todos los continentes por espacio de ochocientos años. Se remonta al siglo doce en China y a la Europa medieval.
La impresionante base de datos compilada por los autores hace que este libro sea único en el análisis de las crisis financieras.
Las variables que se analizan sirven como alertas tempranas para evitar que se produzcan crisis de no cambiar el rumbo de las decisiones económicas y financieras.
Los instrumentos financieros han cambiado; las instituciones han evolucionado, pero las crisis financieras continúan estando presentes. Esta realidad ha quedado en evidencia en la última crisis financiera que se originó en Estados Unidos en el 2008 y que se expandió por todo el globo.
Sofisticados instrumentos financieros y el afán desmesurado de asumir riesgos para lucrar de la incertidumbre, han dejado en evidencia que las crisis financieras son causadas por los seres humanos debido a conductas inapropiadas y/o políticas erradas. Por lo tanto, el síndrome de que esta vez es diferente y que se está mejor preparado para enfrentar una crisis contrasta con la realidad en el sentido de que todas las crisis tienen en su interior los mismos elementos.
Este es un estudio de lectura obligatoria para quienes tienen la responsabilidad del diseño e implementación de las políticas públicas.