Venezuela rechaza sanción

Venezuela denunció las sanciones impuestas a su empresa petrolera estatal por parte de Estados Unidos por vender gasolina a Irán, como parte de una ofensiva de las potencias industrializadas para dominar las áreas productoras y dañar a la OPEP.

“¡Imperialistas: Váyanse al carajo. No se equivoquen con nosotros, Venezuela se respeta!”, clamó este miércoles ante centenares de trabajadores a las puertas de un complejo petrolero en Puerto La Cruz (noreste) el ministro de Energía y presidente de la corporación Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Rafael Ramírez.

“Se pretende sancionar a Venezuela por cooperar con un país fundador de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) en defensa de nuestros recursos naturales y por la valorización de nuestro petróleo. Es un derecho al que no renunciaremos. Vamos a seguir cooperando”, advirtió Ramírez.

Washington anunció el martes que Pdvsa no podrá comerciar con el Gobierno estadounidense, conseguir su financiamiento o acceder a patentes de tecnología, como represalia por haber vendido hasta 50 millones de dólares en gasolina a Irán, en el curso de los dos últimos años.

Son sanciones comercialmente inocuas, pues Pdvsa no tramita actualmente patentes ni solicita créditos a Washington “y a ese Gobierno no le vende petróleo, sino a refinadores privados, entre ellos Citgo, su propia filial estadounidense”, recordó a IPS el economista petrolero Rafael Quiroz, asesor del Banco Central de Venezuela.

Venezuela es uno de los cinco grandes proveedores de petróleo de Estados Unidos, junto con Arabia Saudita, Canadá, México y Nigeria, pues le vende cada día alrededor de un millón de barriles de 159 litros de crudo y unos 200 000 de productos.

El Departamento de Estado (Cancillería) de Estados Unidos anunció también sanciones contra las corporaciones PCCI, Royal Oyster Group y Speedy Ship, de Emiratos Árabes Unidos, Tanker Pacific, de Singapur, Ofer Brothers Group, de Israel, y la Associated Shipbroking, de Mónaco.

Estas firmas, al igual que Pdvsa, son sindicadas de comerciar con el sector energético de Irán, un apuntalamiento al que se opone Washington, para así presionar contra el programa nuclear que lleva adelante Teherán.

La penalización se hace en base a la estadounidense Ley de Sanciones, Responsabilidad y Desinversión a Irán, conocida como Cisada por sus siglas en inglés.

Las sanciones “no impactan las actividades de Pdvsa, pero son un símbolo, señal de que las profundas conexiones entre Venezuela y el régimen iraní tendrán consecuencias en Washington”, dijo Eric Farnsworth, del empresarial Consejo de las Américas en la capital estadounidense.

Suplementos digitales