Solo quienes no tienen la información correcta y completa pueden desconocer la triste realidad de Venezuela a la que le ha llevado, durante veinte años, la revolución bolivariana, anclada al fracasado socialismo del siglo 21 que circulara por América Latina engañando a los pueblos y cuyos resultados está a la vista. Chávez y Maduro, con el respaldo del gobierno cubano y los mandatarios latinoamericanos supuestamente de izquierda y protagonistas de una generalizada corrupción, han hundido a este país y le han llevado al peor momento de su historia. Su pueblo se muere de hambre mientras acaba de pasar un proceso electoral con la ausencia mayoritaria de votantes, la existencia de la lista única del oficialismo (reflejo del totalitarismo) y la presencia de supuestos “observadores internacionales”, quienes siguen la misma línea política.
En Venezuela se vive una dictadura, que ha conculcado los derechos de la gente, a excepción de los que disfrutan del poder. Desbarató al sistema productivo, condujo a la insolvencia de las empresas y casi liquidó a su boyante sector petrolero. Eliminó todas las libertades, persiguió al periodismo, partidos políticos, universidades, gremios. Ha sumido en la miseria a su gente, que no puede vivir con un salario equivalente a 5 dólares y con una moneda que se pulveriza día a día. Es un sueldo más bajo de sus aliados de Cuba (alrededor de 20 dólares). ¿Con el uno o el otro se puede tener una vida digna? Si hay dudas de esta realidad, pregunten a los ciudadanos que salieron huyendo de estos países y viven mejor aquí o en otro lugar.
La revolución bolivariana liquidó a la economía. Luego de ser uno de los países más ricos de la región, con las mayores reservas petroleras del mundo, hoy tiene los peores indicadores, con la más alta inflación del planeta. El gobierno de Maduro, acusado de crímenes de lesa humanidad, desapariciones y asesinatos, con informes de la ONU y a la espera de la acción de la Corte Penal Internacional. Por ello la mayoría de países de la comunidad internacional no lo reconoce.
Por toda esta realidad inocultable, su pueblo dio las espaldas con su ausencia en las últimas elecciones a las que supuestos “observadores internacionales” avalaron con su presencia, entre ellos el ex presidente ecuatoriano, sentenciado por corrupción y prófugo de la justicia. ¿Hoy que el Ecuador está a las puertas de elecciones presidenciales, acaso quieren con su voto elegir a quienes patrocinan este desastre político, económico y social? Un modelo castro chavista que logró la igualdad de sus pueblos pero en la miseria y no en la prosperidad. Si eso quieren, no se quejarán luego. Por ello es importante que en los próximos comicios sufraguen libremente pero ejerzan un voto informado y responsable; no caigan engañados por los supuestos revolucionarios.