A un mes que finalice el 2020, que para muchas personas será el peor de la historia debido a los efectos de pandemia, este año terminará con menos drama de lo que se pensaba hasta junio pasado, cuando el confinamiento hacía pensar en una debacle económica, social y sanitaria de mayor magnitud.
Hasta hace un par de meses, la proyección de crecimiento económico era -11% para este año. El mes pasado mejoró en algo y fue del -9,5%, básicamente porque la economía empezó a abrirse desde mediados de año, los negocios comenzaron a operar a medio gas y se pusieron en marcha planes piloto para actividades turísticas que, en principio, estaban condenadas a quebrar.
El tercer trimestre del año tuvo un mejor desempeño y la confianza de los empresarios ha ido en ascenso. Además, la recaudación de impuestos se está recuperando y el precio del petróleo se encuentra estable y alrededor de USD 40 por barril, lo que se puede considerar aceptable.
En octubre pasado, el Índice de Confianza Empresarial (ICE) Global, que calcula cada mes el Banco Central del Ecuador, alcanzó 1 479,9 puntos, similar al que se registraba hace un año, antes de la pandemia. En los peores meses del confinamiento (abril-junio) este indicador había caído por debajo de los 1 400 puntos.
El comportamiento positivo de los empresarios está relacionado con las mejores perspectivas en los sectores industrial, comercial y de servicios, aunque en el caso de la construcción hubo un comportamiento adverso, que podrá revertirse conforme se reactive la economía y también el crédito de vivienda, sobre todo para la clase media.
Asimismo, es de esperar que los dos últimos dos meses del año mejore la actividad productiva y comercial, debido al mayor consumo que caracteriza a las fiestas navideñas y de fin de año. Los negocios que venden en línea están registrando mayor demanda por esta vía y prevén cerrar el año con ventas por USD 2 300 millones, un 44% más respecto al año pasado.
Asimismo, los datos del Servicio de Rentas Internas muestran que las recaudaciones se están recuperando lentamente debido a la mayor actividad económica. En abril, por ejemplo, se había recaudado USD 720 millones menos respecto al mismo mes del 2019; esa diferencia bajó a cerca de 400 millones al mes siguiente y en octubre pasado se redujo a 150 millones.
El precio del petróleo, que cayó hasta USD 14 por barril en abril pasado, hoy bordea USD 40 y es probable que se mantenga así en el corto plazo. El precio promedio durante los nueve primeros meses de este año fue de USD 34,5. Si bien es menor a los USD 50 que se presupuestó para el 2020, tampoco es un precio inmanejable.
La lenta recuperación económica hace prever que la economía crecerá 4,3% el próximo año, más como un efecto ‘rebote’ a la gran crisis. El reto será mantener esa tasa de crecimiento en los años subsiguientes, lo cual es factible, pero requerirá de reformas estructurales que siguen pendientes.