Este no es un artículo de economía. Es más bien un artículo de la historia del origen bohemio del nombre de la divisa que usamos actualmente en el Ecuador, tema que adquiere cierta importancia ahora que estamos tan cercanos a cumplir 20 años de la dolarización oficial del país.
Para ver el origen de la palabra dólar hay que remontarse al siglo XVII, cuando en el Valle de San Joaquín, en la región de Bohemia de la actual República Checa, se empezó a acuñar una moneda de plata a la que se llamó “Del Valle de San Joaquín”.
La palabra “valle” se traduce al alemán como “Tal”, y el gentilicio es “Taler”, o sea, así se dice en alemán “del valle”.
Por lo tanto, en idioma alemán, a quién venga del Valle de San Joaquín se lo define como “Joachimstaler”, calificativo que también merecieron las monedas oriundas de esa región. Y resulta que de ese valle, que tenía enormes reservas de plata, se empezó a emitir monedas que, gracias al tamaño de esos depósitos, se diseminaron por toda Europa.
De esa manera, una moneda conocida como “Joachimstaler” se empezó a difundir por el viejo continente y como su nombre era demasiado largo y posiblemente complicado de pronunciar, el uso común pasó a ser, simplemente “Taler” (o “Thaler” en la vieja ortografía alemana). La palabra, en español, se transformó a tálero.
Poco a poco, en Europa, la palabra taler se volvió un sinónimo de dinero, como acá en el Ecuador algún momento la gente se refirió a las monedas como ayoras, lauritas o reales .
En el Valle de San Joaquín ya no se habla alemán y al lugar se lo conoce como el Jáchymov, su nombre en checo, pero la palabra Taler sobrevivió a todos esos cambios.
Los holandeses también usaban los táleros y algún momento acuñaron unas monedas a las que llamaron “daalder”, la versión holandesa del nombre de la moneda. Posiblemente fueron comerciantes holandeses los que llevaron su versión de los táleros a América del Norte y difundieron su uso en los primeros asentamientos (no hay que olvidar que Nueva York fue originalmente fundada por los holandeses con el nombre de Nueva Amsterdam).
El uso de esa monedas estaba bastante difundido en las 13 colonias que iban a formar los actuales Estados Unidos, pero el uso de la palabra tálero, Taler o daalder era especialmente común cuando se hablaba de dinero. De ahí se derivó que poco después de la fundación de los Estados Unidos se adoptara como moneda el “dólar norteamericano” con un contenido de plata relativamente similar con el tálero.
Y hace 20 años menos 12 días el Ecuador se dolarizó, adaptando una moneda cuyo nombre se remonta a un lejano valle en las montañas de Bohemia en el cual se acuñaron monedas hace 500 años.