Se mencionaba la posibilidad de un “candidato único” para enfrentar al temible postulante Rafael, pero no fue así. Varios factores se unieron para conformar una lid con un Presidente-candidato y siete arriesgados, valientes y presuntos opositores, entre los cuales hay algo de todo. Uno que trabaja para impulsar el triunfo de unos pocos asambleístas amigos. Otro que quiere probar la fuerza de su joven movimiento. Un tercero que está satisfecho por la publicidad recibida y espera que esta jornada pese en su futuro. El cuarto no pudo negarse. Todos merecen una mirada más cuando falta una semana para llegar nuevamente a las urnas.
El primer puesto está definido, por supuesto, desde que, en Montecristi 2008, se trazó el plan electoral. ¿Quién le puede batir al aspirante que, para comenzar, tiene el voto agradecido de dos millones de ciudadanos que reciben mensualmente el bono de desarrollo, ahora con aumento; la fidelidad de una parte de la burocracia y de los agradecidos por las obras realizadas en su provincia o en su cantón y de los ciudadanos que ven, escuchan o leen su veintena de medios de comunicación más personales que públicos? Nunca hubo en el Ecuador una búsqueda semejante de votos y de leyes a favor. Never. Además, en honor a la verdad, no faltan aspectos positivos en su Gobierno, especialmente en vialidad y salud. Pero también hay argumentos para un buen número de resueltos adversarios y ciudadanos que critican las faltas contra la democracia y la innegable tendencia del Jefe al autoritarismo. Tras un breve cálculo del debe y el haber, Correa termina como el aspirante número 1, cantando “ya tenemos Presidente”. Lo mejor que se puede esperar a estas alturas es que hasta el 2017 deje un buen aporte para el país, se controle mejor y cumpla con su palabra -como se espera, realmente- de poner la banda al que triunfe ese año.
El puesto 2 está definido, según los encuestadores. Sin duda el debutante Lasso ha tenido buenas presentaciones y se ha preparado con entusiasmo. Además, ha recibido varios codazos del Jefe. Pero tiene un rival que, despreciado por las encuestas, trabaja sin tregua desde hace varios años, un Gutiérrez que en el 2009 obtuvo más de 20 puntos. Ambos tienen puntos flacos y están ubicados por igual en la derecha política. Lasso es nuevo en estas lides mientras Gutiérrez sufrió una fea caída desde la azotea de Carondelet y luego una anecdótica desde la tarima de Caluma. En lo que se refiere al zurdo Alberto “Betí” Acosta sigue buscando un puesto entre los primeros como un aspirante de evidente calidad intelectual y humana. Alvarito es el postulante más antiguo, siempre movido por intereses, un personaje sui géneris del ambiente electoral ecuatoriano. Norman Wray y Mauricio Rodas son figuras nuevas, con gratos méritos personales y el pastor evangélico Nelson Zavala es hasta hoy un caso. ¿Y la segunda vuelta? Francamente, no se perfila.