Otra de universidades

Arranquemos con una pregunta casi existencial: ¿cuántos alumnos deberían abandonar la universidad durante el segundo año de estudios? Instintivamente, la respuesta sería "ninguno". Pero si en alguna universidad nadie se 'jala' el año, tal vez la institución sea demasiado fácil. Pero si a la universidad sólo le llegan buenos alumnos, puede ser que nadie interrumpa sus estudios.

Además, eso debería depender de las carreras. Aquellas que tienen muchos alumnos con talentos especiales (música, por ejemplo) deberían tener menos deserción. En carreras con altos requisitos para ingresar (como podría ser medicina) también deberían 'sobrevivir' muchos alumnos.

En realidad la única respuesta sensata a la pregunta inicial es "depende", porque es imposible encontrar un valor que se ajuste a todas las carreras y a todas las universidades.

Pero en este país, exótico reducto donde ya no se puede calificar a los deudores con letras pero sí se puede calificar a las universidades, el ente regulador de la educación superior tiene una fórmula en base a la cual sabe que lo ideal, lo perfecto, es que en los primeros 18 meses de una carrera, abandonen la universidad entre uno y dos de cada cuatro alumnos.

En otras palabras, lo ideal (en opinión de los reguladores) es que hoy sólo deberían seguir estudiando en una universidad entre el 50% y el 75% de quienes fueron admitidos hace año y medio. Y sería gravísimo que sigan matriculados el 76% de los estudiantes. Al menos esa es la formula que se aplicó para calificar universidades.

En la más reciente calificación, de un máximo de 100 puntos que podían obtener los institutos superiores, 2,5 eran justamente por este tema, conocido como 'retención'. Ahora, si al año y medio seguían de alumnos entre el 50% y el 75%, la universidad recibía 2,5 puntos. Si el porcentaje era menor, recibían la parte proporcional (a 25% le correspondió 1,25 puntos, o sea, la mitad).

Pero ay de aquella universidad que retenga a más del 75% de sus alumnos porque a esa se la castigará con un cero pues los reguladores saben que es pésimo retener, por ejemplo, al 76% de los estudiantes. Y es igualmente malo retener al 77% o al 100%, porque en cualquier caso se da a la universidad el mismo cero.

Sí, es en serio. Parece una broma, pero la calificación por retención va subiendo al subir el índice, hasta que llega al 50%, donde la calificación es la máxima. Sigue siendo la máxima mientras el índice es menor o igual a 75%. Pero a partir de ese punto, la nota es cero.

Probablemente esta forma de saber cuál es el comportamiento óptimo de una universidad pueda ser válido para algunas instituciones (pero sólo para unas pocas). Es discutible que exista un valor ideal para alguna universidad (porque todas tiene más de una carrera), al igual que es discutible todo el proceso de andar calificando universidades con letras.

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