¿Universidad neocolonial?

¿Hay una sola manera de acceder y crear conocimiento? No. Además, ¿Hay "una" sola sabiduría? No. Hay múltiples y diversas sabidurías cuantos pueblos y culturas hay en el mundo. Sin embargo, nos convencieron y nos siguen convenciendo e imponiendo que hay una sola sabiduría y que existe solo una ruta para construir y aprender los conocimientos.

Con la implantación del dominio español en América (1492), no solo se inauguró un esquema de relaciones coloniales de saqueo, explotación y sumisión, sino también se legitimó como superior una cultura y se afirmó una sola sabiduría y conocimiento.

Los que vinieron con las carabelas, transportaron con ellos la verdad, la fe, que debía ser impuesta a esta "raza" inferior de "infieles" que inicialmente no fueron considerados como seres humanos: sin sentimientos, historia, saberes, cultura ni nada, a los que había que "extirparles" las idolatrías e inyectarles "la verdad".

Europa se alzó como centro del poder y de la legitimidad. Era portadora de la modernidad y de la civilización frente a otros pueblos no europeos, entre ellos los indios americanos, que eran considerados expresión del retraso y de la barbarie. Europa, era por tanto portadora de la historia, del futuro, del conocimiento y de la ciencia, del progreso.

Todo esto asociado con la revolución industrial y el triunfo del capitalismo y del liberalismo, que se erigieron como el modelo a copiar por todos los pueblos que deseen "civilizarse".

En la contemporaneidad el neoliberalismo es una recreación del pensamiento colonialista e imperialista de los orígenes de la modernidad. Es también, según el profesor Edgardo Lander, un discurso hegemónico de un modelo civilizatorio que irrumpe en la economía, en la sociedad, en la cultura y en el conocimiento de todos los pueblos intentado establecer un orden planetario a su imagen y semejanza.

Esta visión occidental, eurocéntrica y excluyente fue y es justificada y reproducida por sus pensadores en asocio con una poderosa institucionalidad en la que se destacan las universidades. Es más, ellas mismas, sus profesores e investigadores, se constituyeron frente a los demás en poseedores de la razón, de la verdad, de la ciencia. Son seres excepcionales que crearon todo un entramado legal y simbólico para validar su condición de iluminados: grados académicos (doctorados, PhD), acreditaciones, evaluaciones, indexaciones en sus revistas y publicaciones.

El nuevo proceso de modernización capitalista que vive el Ecuador ¿apuntaría a transformarse en un proceso "civilizatorio" neocolonial y neoliberal a través de una reforma universitaria que tiene como su paradigma Silicon Valley o a Harvard? Lo que sí es cierto es que los portadores de la sabiduría indígena, por no poseer un PhD, nunca enseñarán sus milenarios conocimientos en Yachay.

Suplementos digitales