Portugal genera ingresos significativos a través del turismo, con una cifra destacable: 5 millones de euros por minuto, provenientes de los más de 20 millones de turistas anuales.
Entre las principales ciudades receptoras, Lisboa lidera con casi 4 millones de visitantes, seguida de Oporto con 3 millones, en un país con una población de 10 millones de habitantes. Este sector aporta un 16,5 % del PIB nacional, representando casi la mitad del crecimiento económico anual, que en 2023 alcanzó el 2,3 %.
A pesar de este éxito, Portugal enfrenta un desafío importante: la escasez de mano de obra calificada. Solo en el sector de la construcción, existe una necesidad urgente de 80 000 trabajadores, mientras que el turismo experimenta un déficit de personal que aumenta año tras año. De cara al próximo verano, la contratación de personal capacitado será una prioridad crítica.
Ante esta situación, la migración controlada se perfila como una solución fundamental. Si bien no es un tema ampliamente discutido, existe una preferencia por migrantes de países con afinidad lingüística, como Brasil, o con facilidad para aprender el portugués, como los hispano hablantes.
Según encuestas, 68 % de los portugueses manifiestan reservas hacia la inmigración desde el subcontinente indio, debido a desafíos lingüísticos y laborales que pueden dificultar su integración. Además, aunque los índices delictivos en Portugal son bajos, en algunos sectores existe la percepción de que una migración descontrolada genera serios riesgos a largo plazo.
Los partidos políticos, independientemente de su orientación, coinciden en la necesidad de atraer migrantes para cubrir miles de vacantes en sectores clave para garantizar el crecimiento económico, la sostenibilidad de los sistemas de seguridad social e infraestructura, esenciales para mantener el nivel de vida en el país.
Portugal se destaca por su excelente red vial, transporte público seguro, alimentos accesibles y una burocracia que, aunque lenta, asegura el orden y el progreso económico.
Desde Sudamérica, Brasil es un origen natural de migrantes por la afinidad lingüística y cultural. Sin embargo, países como Ecuador también tienen una gran oportunidad. La mano de obra calificada ecuatoriana, combinada con un mercado laboral local marcado por el desempleo, es una gran una opción para cubrir las necesidades laborales de Portugal.
Es importante destacar que migrar a Portugal requiere hacerlo de manera legal y con un contrato de trabajo previo. Sin embargo, los salarios en Europa no son comparables a los de Estados Unidos; y si bien Portugal ofrece numerosos beneficios, las remuneraciones no permiten el envío de remesas. Portugal ofrece estabilidad, calidad de vida y oportunidades para quienes buscan un nuevo comienzo. Si decide venir a Portugal es a vivir aquí, a hacer familia, a convertirse en ciudadano europeo que, si regresa a Ecuador, será en calidad de turista.