Trump y la gestión del conflicto

Yehonatan Abelson
 
Con una polémica a cada paso, avanza la presidencia de Donald Trump al frente de la Casa Blanca. En medio del escándalo por el despido del director del FBI James Comey y de varios artículos conjeturando sobre una posible destitución por parte de un congreso de mayoría republicana, Trump despegó a bordo del Air Force One en la gira internacional más importante desde que comenzó su presidencia.

Mientras el éxito de la gira todavía se encuentra en debate, es unánime el reconocimiento del enorme impacto mediático que generó en cada escala por cuestiones relacionadas a sus discursos, gaffes, apretones de manos, vestuario y demás temas de forma y de fondo. Si hay algo que distingue a la administración Trump de todas las anteriores es la presencia periódica del conflicto.

¿Se puede gobernar desde una constante situación de crisis? Para Donald Trump sí, él no evita el conflicto, lo genera, lo gestiona, lo administra y se siente más fuerte cuando está
inmerso en una controversia. Para un empresario acostumbrado a sacar el mayor provecho de los medios masivos de comunicación y su lógica basada en el rating, los escándalos tienen el aroma del éxito.

Según el lingüista cognitivo George Lakoff, Trump gestiona el conflicto con cuatro tácticas específicas, que se pueden ver manifiestamente en el uso que hace de su cuenta de Twitter. La primera táctica que utiliza es el ¨Encuadre Preventivo¨, cuando a riesgo de darle más visibilidad a un tema negativo Trump prefiere ser el primero en mencionarlo, de este modo es él quien lo define en los términos que le son más convenientes. La segunda táctica es la ¨Distracción¨ de un tema importante por un conflicto de menor importancia, un ejemplo claro fue la crítica a Meryl Streep durante su discurso en los Golden Globes en el momento de mayor debate sobre el conflicto de interés entre sus empresas y su gestión pública. La tercera táctica es el ¨Desprestigio al Mensajero¨ ante una noticia negativa que lo involucra, desacreditando a ciertas cadenas de noticias y periodistas a los que llama generadores de ¨noticias falsas¨. La cuarta táctica que utiliza Trump es el ¨Globo de Ensayo¨ donde se menciona un nuevo tema para medir la reacción de la gente y decidir, recién ahí, si profundiza en ese área o se cambia a un tema más positivo.

Donald Trump se siente en su mayor potencial cuando está navegando por aguas turbulentas, así lo hizo como empresario y así lo hace como Presidente. No le escapa al conflicto, sino que lo gestiona a su conveniencia. La pregunta que queda pendiente es ¿cuánto tiempo es viable ese estilo de liderazgo? Las próximas elecciones de medio término serán un buen termómetro para saberlo, mientras tanto el mundo seguirá pendiente a cada momento de las noticias que genera el Presidente más mediático de la historia.

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