Transparencia

Guillermo Lasso en su gestión como presidente debe erradicar la corrupción, que ha sido una estructura mafiosa dentro del gobierno de la llamada revolución ciudadana. Debe eliminar la narcopolítica, rama económica de los gobiernos del Socialismo del Siglo 21 y debe dar transparencia total a sus mandantes. Con esto en la agenda, es evidente que deberá deshacerse de todo aliado del correísmo y morenisimo que ocupan puestos públicos y debe gobernar solo con la gente honesta.

En alguna publicación de redes se leyó los deseos de éxito que Rafael Correa le brindaba a Guillermo Lasso, no sé si esto fue real o no, pero este éxito, solo se puede obtener dejando de lado a los que están en favor de la pobreza y del establecimiento de un modelo que la perennice. Las personas con sentencias ejecutoriadas o sospechosas de ser miembros de esta delincuencia organizada tampoco pueden ser considerados para gobernar, ni siquiera para conversar.

La mitad del Ecuador que voto por Lasso desea transparencia absoluta y la otra mitad debe tener un presidente que les enseñe a que en nuestro país se puede progresar con trabajo, que si se pueden hacer obras sin sobreprecio ni coimas y en donde los proveedores que son parte de estas obras no necesitan sobornar a nadie para recibir sus pagos.

Los ministros que integren el gabinete y cada persona que se involucre en el nuevo gobierno, debe saber que al menor indicio de corrupción será separado del gobierno. Pero esto no es, ni nunca ha sido suficiente. Lasso podría generar una invitación a los medios de comunicación, la forma es secundaria, para que tengan información de primera mano de las licitaciones de las obras del Estado. Que sean parte de las reuniones entre Ejecutivo y Legislativo, de las reuniones del presidente y sus ministros y viceministros con diferentes instituciones y empresas estatales. Estarían excluidas las de defensa, las internacionales o que por su tema no puedan ser consideradas.

Un gobierno de transparencia total que no deje duda, y no lo digo por el nuevo presidente, de quien estoy seguro de su honestidad, sino por el grupo de la corrupción del siglo 21 que hará lo imposible para desprestigiar y bloquear cualquier buena iniciativa para el desarrollo del Ecuador. El mejor antídoto para esta enfermedad es compartir la gestión del gobierno con los mandantes, este es el verdadero sistema de participación ciudadana.

EL PSC se ha desprendido de la vieja política, un militante a título personal puede ser parte del Ejecutivo, señal que jamás había dado; ya no solo se acomoda en su gestión legislativa, buscando el beneficio del partido y el cálculo a las elecciones de turno. Esperamos lo propio de Pachakutik y la Izquierda Democrática, que, si bien han informado que no serán parte del Ejecutivo, solicitamos sean parte de la gobernabilidad.

Nuestro país requiere un cambio de rumbo con institucionalidad y valores en la política y su desempeño. Un plan nacional de recuperación en donde los participantes demuestran honestidad y trabajen para el interés colectivo.

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