Una revolución planetaria está en camino: la era de la “inteligencia libre” (¿?), de la mano de la Inteligencia Artificial, que reemplazará a millones de trabajadores en todo el orbe.
Los resultados se parecerán, según vaticina Bill Gates, a un “cambio sísmico”, que permitirá a la humanidad resurgir de los escombros provocados por un terremoto tecnológico de incalculables consecuencias.
En 2025, ya se observan los primeros síntomas en algunos países, cuando, Resume Builder informa que la Inteligencia Artificial sustituye, poco a poco, a empleados, por la decisión de algunas empresas de recurrir a esta tecnología. Y la tendencia avanza incontenible, cuyos efectos disruptivos comienzan a sentirse. ¡La transformación de los sistemas laborales del mundo se ha iniciado!
Bill Gates plantea en una entrevista que tres profesiones sobrevivirán a esta revolución digital: los codificadores, los biólogos (más profesionales afines), y los expertos en Inteligencia Artificial, con algunas precisiones. Los jóvenes que apuesten a su futuro laboral -confirma Gates-, deberán aprender a controlar y utilizar esta herramienta, en lugar de programar.
Su predicción es sorprendente: a este ritmo, “en diez años, la Inteligencia Artificial reemplazará a médicos y maestros en todo el mundo”. Estos cambios profundos para algunas personas serán positivos, y para otros aterradores.
En lo positivo, la Inteligencia Artificial aportará de manera espectacular al desarrollo de la ciencia y la investigación, que se traducirá en avances significativos en los tratamientos médicos para mejorar la salud de las personas; ayudará a encontrar soluciones pragmáticas a la crisis climática; y, promoverá la educación masiva, bajo otros parámetros.
En el caso de los médicos y profesores, la Inteligencia Artificial proveerá tutorías gratuitas. Y las ciudades inteligentes surgirán en los escenarios sociales, administrativos y políticos. El arte -producto de la inventiva humana- utilizará herramientas de Inteligencia Artificial, pero no se doblegará ante la robótica. La estética -la literatura, la pintura y la música- se revestirá de tecnología.
Ymis preocupaciones: el desempleo a nivel global; la desigualdad digital, que provocará disfunciones en los aparatos estatales, empresariales y sociales; el abuso de la robótica en modelos económicos, militares y políticos autoritarios, sin regulaciones; el aumento del ciberacoso y nuevas modalidades de criminalidad; la desmejora de los sistemas educativos, y la consolidación de la universidad virtual; los video-juegos en la escena planetaria; así como la concentración del poder político y económico en las multinacionales tecnológicas, con resultados a la vista: la democracia en retirada.
¿Estamos preparados para estos cambios?