Tony Benn

Era una figura legendaria del Partido Laborista británico, del movimiento obrero y la izquierda mundial. Fue uno de los poquísimos políticos ingleses prominentes que pensaba que debía abolirse la Cámara de los Lores y aun la monarquía, transformándose el reino en una República. Era adversario de la presencia de Gran Bretaña en la Unión Europea y dirigió campañas para conseguirlo, sin éxito pero con mucho respaldo. Aun así, fue electo parlamentario medio siglo y fue uno de los políticos populares en su país.

Tony Benn, nacido noble en 1925, fue hijo de William, un parlamentario liberal que se convirtió al laborismo y de Margaret, una mujer excepcional, teóloga feminista, que propuso muy tempranamente la ordenación de mujeres en la Iglesia de Inglaterra.

Educado en Oxford, de cuya unión de estudiantes fue Presidente, llegó a ser miembro laborista del Parlamento a los 25 años, el "bebé de la Cámara". Tuvo que dejar esa función en 1960 porque heredó el título de vizconde, al que renunció para poder seguir siendo miembro de la Cámara de los Comunes, pero debió realizar una fuerte lucha para que se acepte su renuncia. Tuvo que emitirse una ley que permitía a los nobles renunciar a sus títulos. Y él fue el primero en la historia. De ese modo volvió al Parlamento en 1963 y permaneció como miembro hasta el 2001, cuando se retiró "para dedicar más tiempo a la política".

Benn fue ministro en varios gobiernos laboristas entre 1966-1970 y 1974-1979. Entre sus logros se cuenta el impulso de la construcción del "Concorde", primer avión comercial supersónico. Pero su mayor aporte fue su persistente lucha por la organización sindical y los derechos sociales del pueblo. Discrepó con sus colegas laboristas, aun dentro del Gobierno, para sostener tesis radicales de reforma económica y política internacional.

Fue la máxima figura de la izquierda laborista y disputó sin lograrlo el puesto de líder del partido. Trató sin éxito de llevar al laborismo a una postura radical. Su impacto en la militancia, sin embargo, fue muy grande. Fue una de las más importantes figuras que enfrentó al neoliberalismo en su propia cuna, ante los gobiernos de Thatcher y Major. Estuvo al frente de campañas comprometidas como el desarmamento atómico unilateral, la no participación de fuerzas británicas en Afganistán, Kosovo e Iraq.

Al contrario de lo que suele suceder, con la edad se volvió más radical. Fue un incansable promotor de movilizaciones y campañas, en las que participó personalmente hasta cuando era ochentón. Presidió por años la coalición "Stop the war". Dejó una enorme cantidad de publicaciones que recogen discursos y artículos periodísticos. Pero en su biografía, al referirse a "educación", en vez de mencionar su excelente formación académica escribió: "Todavía en progreso".

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