Cuando el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, habló en la Asamblea General de la ONU, fue muy franco en sus críticas a Rusia por intimidar a Ucrania, a Siria por la brutalidad contra su propio pueblo, y a los terroristas de todos los colores políticos por la muerte y la destrucción que azotan a Iraq, Siria, Yemen y Somalia.
Pero como señaló con razón el diario New York Times, Obama solo hizo una referencia “fugaz” a Israel y Palestina en su discurso de 47 minutos ante el organismo mundial el miércoles 24. Gran parte de lo que dijo Obama sobre la “brutalidad” del gobierno de Bashar al Assad en Siria y sus críticas a “un mundo en el que una nación puede volver a trazar las fronteras de otra” se aplica directamente a Israel, opinó Nadia Hijab, directora de la organización independienteAl Shabaka, Red de Políticas de Palestina, en diálogo con IPS.
“Sr. Obama, el mundo sería mucho más justo si Estados Unidos dejara de pagarle la cuenta a Israel por sus graves violaciones a los derechos humanos y el derecho internacional”, subrayó Hijab, dirigiéndose directamente al presidente estadounidense.
En su discurso, repleto de ejemplos de doble moral política, Obama evitó mencionar la masacre y la destrucción que causó Israel con sus bombardeos y ataques aéreos en Gaza, mediante el uso de armas proporcionadas principalmente por Estados Unidos, durante la guerra que duró 50 días y terminó el 26 de agosto.
“La agresión rusa en Europa recuerda los días en que los países grandes pisoteaban a los pequeños en la búsqueda de la ambición territorial”, dijo Obama. Léase: Israel y sus asentamientos ilegales en los territorios ocupados.
“La brutalidad de los terroristas en Siria e Iraq nos obliga a mirar hacia el corazón de las tinieblas”, continuó. Léase: la brutalidad de Israel en Gaza en 2014 y la muerte de más de 2 100 palestinos, en su mayoría civiles.
Cada uno de estos problemas exige una atención urgente, aseguró el presidente estadounidense. Pero también son síntomas de un problema más amplio, el fracaso de nuestro sistema internacional para mantener el ritmo de un mundo interconectado, agregó.
Obama también declaró que hay una visión del mundo en la que rige la ley del más fuerte, en la que una nación puede volver a trazar las fronteras de otra. Léase: Israel tras la guerra de los Seis Días en 1967 y su determinación por aferrarse al botín de guerra, a pesar de las resoluciones contrarias del Consejo de Seguridad.
Y continuó: “Estados Unidos representa algo diferente. Creemos que el derecho hace la fuerza, que los países más grandes no deberían ser capaces de intimidar a los más pequeños, y que la gente debería ser capaz de elegir su propio futuro”. Léase: Israel, armado por Washington, que utilizó su poderío militar para demostrar la ley del más fuerte.
Y estas son verdades simples, pero tienen que ser defendidas, agregó.