Los 283 560 km del Ecuador están llenos de volcanes activos y fallas geológicas. Centros históricos y construcciones informales son más vulnerables a los sismos.
Una máxima geológica afirma que mientras más lejos está el último terremoto (erupción), más cerca está el próximo. Este precepto se vuelve axioma para Ecuador, nación de apenas 283 560 km pero llena de fallas geológicas y volcanes activos, que su mapa de riesgo sismo-volcánico más parece uno de navegación aérea en horas pico.
Si a este peligro latente sumamos la inusual actividad sísmica que hoy sacude al planeta, la cosa es como para ponerle muchísima atención.
El país mismo vive una serie de enjambres sísmicos de diferente gradación desde hace semanas. Se han registrado movimientos en Guayas, Manabí, Pichincha, Loja…
El de Guayas del 14 de este mes sacó mucha gente en pijama a las calles y causó varios daños materiales; el de Carchi, de hace 4 días, tuvo efectos más nocivos aunque su magnitud (5,2 grados Richter) fue menor a la del que puso a temblar a los porteños.
La prospección en el Carchi deja una cosa que asombra: 138 edificaciones de Tulcán, Tufiño, Espejo, San Gabriel… que -en teoría- no deberían haber tenido problemas, sufrieron daños diversos. Varios inmuebles patrimoniales, como las iglesias, están muy afectados estructuralmente.
Este seísmo tiene un agravante: según el Geofísico de la EPN, su origen es un aumento de la actividad del volcán Chiles y una posible erupción no se debe descartar. Deja, además, varias lecturas que, si se hacen extensibles a Quito, nos ponen los pelos de punta.
El Centro Histórico quiteño, por ejemplo, está lleno de construcciones mixtas desgastadas y podridas, especialmente en los apoyos y las uniones de vigas y columnas; eso hace que las estructuras se debiliten y no soporten sismos severos.
Y eso no es todo. El 64% de las 769 167 viviendas que existen en el DMQ es construcción informal; es decir, no cumple con los estándares técnicos requeridos para soportar movimientos telúricos fuertes.
Como no quiero dañarles el sábado, la acción municipal y los planes de prevención existentes los desvelamos en 15 días. Topamos.