Para los vuelos chárter de carga y los exportadores de flores, la semana que termina estuvo marcada por la tensión y el nerviosismo. Estas sensaciones arrancaron el pasado 9 de febrero, cuando el Ministerio de Transporte y Obras Públicas emitió un acuerdo en el que se estableció que cada vuelo chárter de carga pague una nueva tarifa cada vez que utilice un aeropuerto concesionado del país.
La tarifa subió de USD 400 a 20 000 en los aeropuertos que no están bajo administración de la Dirección de Aviación Civil. Es decir que los únicos que podían contar con vuelos chárter de carga con la tarifa más económica, por sus características e infraestructura, eran las terminales aéreas de Latacunga y Manta. Otro detalle importante: la mayoría de carga aérea, tanto de exportaciones como de importaciones, se maneja en el aeropuerto de Tababela.
El incremento activó las alertas de las aerolíneas vinculadas con la carga, así como de los productores y exportadores del sector florícola, principalmente.
En el sector de las aerolíneas la medida sorprendió y sus dirigentes expresaron su preocupación. Los gremios productivos también se manifestaron en contra de la nueva tarifa. Sus dirigentes argumentaron que el nuevo valor tendría una serie de efectos como mayores costos en el pago de fletes, ajustes en las operaciones para llegar al aeropuerto de Latacunga, entre otros.
Incluso un gremio floricultor anunció que la medida ya generó la cancelación de pedidos de rosas desde Rusia, uno de los principales mercados del sector.
La tensión creció y ni el Ministerio de Transporte, ni el de Comercio Exterior ofrecieron una explicación técnica sobre la elevación de la tarifa. Una serie de reuniones entre exportadores y autoridades del Gobierno trajo una solución temporal: la medida se suspendió, pero la tarifa se cobrará a partir del 10 de marzo. Es una medida parche porque la tensión continúa y los sectores productivos insisten en derogar el acuerdo.